El cantante en gran condición vocal junto a The Illegals, ocupó a su ex banda como temática principal y apelar al recuerdo para un espectáculo corto pero intenso.
Por Diego Puebla
Fotos: Roberto Vergara
Este año Phillip H. Anselmo cumplió en cierta medida con el petitorio popular de desempolvar los hits de Pantera, para realizar tres shows en un año con la temática de su ex banda. Junto a sus acompañantes, la agrupación The Illegals, utilizan este mecanismo entre homenaje y revival para promocionar a su actual proyecto con el impulso de la agrupación groove metal.
Con un enfoque en teatros, llenó dos veces el Cariola y el pasado 22 de agosto hizo lo mismo en Coliseo, luego de cambiar el venue que originalmente se realizaría en Teatro Caupolicán. En realidad, importó bien poco el lugar para la fiesta y la compañía que tendría el estadounidense en este memorial musical, luego de las muertes de los hermanos Abbott, Vinnie Paul y Dimebag Darrel.
En esta presentación que tendría mayor presencia de canciones de Pantera, la apertura con los locales Nuclear ayudó a calmar las pasiones para un intenso público que repletó cada planta del recinto al frente de La Moneda.
Nueve de la noche en punto y los cuatro acompañantes de Anselmo, salen al escenario con la introducción de “Mouth For War”. El lugar se vino abajo cuando sale Anselmo y replica las primeras frases de la canción “Bones in traction, Hands break to hone raw energy”. La energía en ejecución musical se notaba por la fuerza de los riffs y la vocalización del vocalista, que en una buena interpretación llegaba a los gritos a momentos que hacían imaginar tener al cuarteto original en Santiago de Chile.
Con un guiño a “Vulgar Display of Power” utilizando cinco canciones del disco que unifica el heavy metal con aspectos más groove e intensos, cambió el método de realizar metal potente sin llegar al thrash o al death. Una revolución de 1992 y que sirvió como piedra angular para la gira actual de Anselmo.
“Fucking Hostile”, “I’m Broken” e incluso “Domination” de “Cowboys from Hell” o “Hellbound” del ecléctico “Reinventing the Steel” fueron parte de las once canciones, en una hora y 10 minutos de presentación donde el cantante hizo lo que quiso con los asistentes, y a la vez, movieron las emociones de un tipo duro de carácter.
Debido a la “locura” de los asistentes, la voz de No Minor, Down, Superjoint Ritual entre otros no lo podía creer. Múltiples moshs, humo por doquier, latas voladoras y cánticos a viva voz acompañaron lo ocurrido en el escenario para una banda que cumplió, a pesar de algunas bajas de sonido en las cuerdas, específicamente en la guitarra rítmica.
Poco importó. La vida y obra de una de las bandas más significativas del género, escuchadas nuevamente en Chile para el deleite de los que no pudieron asistir a los conciertos de la agrupación original. Ayudó a las nuevas generaciones o los que por diversos motivos no lograron ser partícipes de Rex Brown, Vinnie Paul y Dimebag en vivo.
Pero para ello, Anselmo mantiene vivo el legado y cada uno cuestiona si es oportunismo o no. En su defensa, no replicó palabras para sus ex compañeros fallecidos solo palabras de sorpresa ante la fervorosa actitud de los presentes locales. “A New Level” cerró la noche del cantante que en gran condición vocal junto a The Illegals, ocupó a su ex banda como temática principal y apelar al recuerdo para un espectáculo corto pero intenso. Una correcta oda a Pantera.