A sus 44 años, el californiano es un unicornio en la meca del cine: el último intérprete que sigue llenando salas sin rendirse a la franquicias de acción o las secuelas. Enumeramos todas las razones por las que jamás veremos una estrella mayor que él.
Por El País
Dicen de él que es el “unicornio de Hollywood”, el último de una especie que durante más de un siglo ha protagonizado los sueños y deseos de la audiencia cinéfila. Leonardo DiCaprio puede presumir de contar con todos los atributos exigibles a cualquier gran estrella del séptimo arte que se precie: carismático pero misterioso, inspiración para los grandes y reclamo taquillero, adorado tanto por la crítica como del público… Después de cuatro años de retiro tras alzar su ansiada primera estatuilla, el actor de 44 años regresa para seguir aumentando una ya imponente filmografía con Érase una vez en… Hollywood de Quentin Tarantino, considerada el evento cinematográfico del verano. En un tiempo en el que esa calificación solo acompaña ya a las grandes franquicias de acción y en el que el influjo de las plataformas digitales ha difuminado para siempre los límites del sistema de exhibición en ventanas, DiCaprio se ha empeñado en seguir cabalgando hacia el ocaso de lo que el propio Tarantino califica como “final de una era”. En el Hollywood que está por llegar, parece improbable que volvamos a ser testigos de una estrella que cumpla como él con los mandamientos de la estrella de Hollywood por antonomasia. Aquí los enumeramos:
La admiración es unánime en crítica y público
Desde que en 1993 consiguiera su primera nominación por ¿A quién ama Gilbert Grape?, el intérprete tuvo que esperar más de 20 años para levantar un Oscar gracias a El renacido. La persecución de la estatuilla se había convertido en un meme clásico de Internet –ataque de oso mediante–, y en la cruzada personal de la masa cinéfila. Verle subido en el escenario del Dolby Theatre pronunciando un discurso a favor de la lucha por el medio ambiente (“no den el planeta por sentado, yo no doy esta noche por sentada”) supuso la redención perfecta ante una injusticia que había tomado tintes demasiado épicos. El suyo es algo así como la antítesis del sueño americano: triunfar demasiado pronto y tener que probar durante una larga carrera que el éxito es merecido. Todos, hasta los que le acusaban de ser solo un ídolo forracarpetas con cara aniñada, terminaron reconociendo su talento generacional.
No se ha rendido al fenómeno de los superhéroes, secuelas y demás taquillazos modernos
En una industria dominada por los blockbusters de acción, las sagas y los remakes de animación para toda la familia, DiCaprio se erige como un género en sí mismo. Al contrario que otros colegas de la lista A de la meca del cine como Robert Downey Jr., Jennifer Lawrence, George Clooney o Johnny Depp, el californiano ha conseguido mantener su estatus de estrella a lo largo de más de dos décadas ciñéndose al interés cinematográfico del proyecto como único precepto. Ni capas rojas ni sables láser, como sostiene Tatiana Segel en The Hollywood Reporter, “Leo es la franquicia”.
Es un seguro de taquilla… ¿el último seguro de taquilla?
Los diez últimos estrenos cinematográficos de Leonardo DiCaprio han recaudado cerca de tres mil millones de euros. Mientras que otros intérpretes que solían ser garantía de llenazo en las salas como Will Smith (Belleza colateral) o Brad Pitt (Aliados) protagonizaron tropiezos sonados en los últimos años, él ha demostrado ser capaz de convertir una película destinada al público de autor como El renacido en un taquillazo internacional de 500 millones de euros. Y sigue en forma: Érase una vez en… Hollywood ya es el mejor estreno en la filmografía de Quentin Tarantino. Para los espectadores, ver su nombre en el póster es una garantía de calidad.
Ha conseguido convertir cada una de sus películas en un evento
En una época en el que los estrenos de películas o series se agolpan cada viernes en innumerables plataformas y ventanas, cada artista sobreexpone su vida y obra en las redes sociales y Spotify nos tirotea a diario con el enésimo nuevo single del cantante de moda, el misterio como herramienta de marketing es hoy una práctica tan inusual como efectiva. Al igual que Adele en la música, Bolt en las pistas de atletismo o José Tomás en las plazas de toros, DiCaprio espacia al máximo sus proyectos para poder dedicarse en cuerpo y alma a ellos y generar una gran expectación mediática. “Una de las cosas que me gusta de Leo es que no se compromete a hacer dos películas en un año. Él es el único que lo hace hoy en día, como Al Pacino y Robert De Niro lo hacían en los setenta. Ellos podían rodar lo que quisieran y elegían hacer ‘esto’ en concreto. Así que ese ‘esto’ debía de ser muy bueno”, aseguraba Tarantino en THR.
No es el mejor pagado de Hollywood, ni falta que le hace
Cada año la revista Forbes publica una lista con los intérpretes que más dinero se han embolsado en el último curso. Estrellas de franquicias de acción como Dwayne Johnson, Mark Wahlberg o Robert Downey Jr. copan habitualmente una clasificación que DiCaprio no lidera desde 2011, cuando estrenó Shutter Island y Origen. El intérprete ha optado por recortarse la nómina para poder trabajar en los proyectos que le interesan. En lo nuevo de Tarantino, por ejemplo, rebajó su caché hasta en cinco millones para cumplir con el presupuesto. DiCaprio también se niega, al contrario que la mayoría de estrellas de la actualidad, a recibir un aumento salarial con tal de poner sus redes sociales al servicio de la promoción del filme en cuestión.
No hay nadie con mejor currículum en la meca del cine
James Cameron, Danny Boyle, Steven Spielberg, Sam Mendes, Ridley Scott, Clint Eastwood, Christopher Nolan, Alejandro González Iñárritu, Baz Luhrmann (dos veces), Quentin Tarantino (otras dos) y Martin Scorsese (hasta en cinco ocasiones) son los cineastas que han dirigido al californiano a lo largo de su carrera y que perfectamente podrían conformar el All-Star del cine hollywoodiense de las últimas tres décadas. De los actores en activo, quizá solo mitos del séptimo arte como Meryl Streep o un Daniel Day-Lewis que parece más cerca del retiro definitivo que de regresar a un plató, pueden presumir hoy de un listado tan extraordinario de proyectos a sus espaldas.
Sus redes sociales mantienen vivo el aura de estrella
Una de los elementos imprescindibles de cualquier estrella de cine clásica que se precie es ese aura de misterio y exclusividad que les envuelve. Como los Brando, Monroe o Hepburn (las dos), personajes inaccesibles, excéntricos y etéreos que solo se exponían al mundanal ruido para encontrarse con los espectadores en una pantalla de diez metros de largo. El auge de las redes sociales ha acabado con todo ello. Sabemos qué comen las estrellas, dónde viajan, qué serie están viendo y con quién se han acostado hoy, ayer y pasado; vulgarizando, de paso, su perfil público. DiCaprio mantiene ese halo enigmático, utilizando solo sus cuentas en Instagram o Twitter para concienciar sobre la importancia de la lucha medioambiental.
Mantiene su vida privada en la más estricta intimidad
Puede parecer redundante, pero hay pocos actores hoy en Hollywood más opacos que él en todo lo concerniente a sus relaciones sentimentales. Y lo hace sin esconderse, ya que cada semana nos topamos con imágenes de su rutina cotidiana: jugando al voleibol, presenciado un partido de los Lakers, dándolo todo en un festival de música o haciendo fotos a su novia, la italiana Camila Morrone, con vocación instagrameable. A pesar de ser célebre su historial de romances con jóvenes rubias y menores de 25 años, lo cierto es que el actor ha evitado que su vida íntima opaque lo más mínimo su trabajo: ni se ha pronunciado jamás en público sobre ninguna relación ni ha posado en una alfombra roja acompañado por la pareja en cuestión. La única excepción tuvo lugar en la gala de los Oscars de 2005, donde se dejó ver junto a la modelo brasileña Gisele Bundchen.
No solo no vive de las rentas de Titanic, es que ignora todo lo que tiene que ver con ella
La mejor prueba del estatus estelar de DiCaprio es que, a pesar de que todos somos capaces de enumerar un buen número de personajes inolvidables interpretados por él, ningún papel ha conseguido hacer sombra a su propia figura. Ni siquiera el intrépido y romántico Jack, protagonista de una de las cinco películas más vistas de la historia del cine y de la mayor controversia del séptimo arte. Más de dos décadas después de su estreno, parece lógico que el actor se niegue en rotundo a pronunciarse sobre si su personaje cabía o no en la dichosa tabla. Como demuestra el vídeo, del “no comment” oficial no lo sacan ni los mismísimos Brad Pitt y Margot Robbie.
Ha demostrado ser fiel a sus amigos de toda la vida
Los actores Tobey Maguire, Lukas Haas y Kevin Connolly, el mago David Blaine, el director Harmony Korine y la reciente incorporación de Orlando Bloom. La pandilla conocida como The Pussy Pose, formada a principios de los noventa cuando DiCaprio y Maguire coincidieron como adolescentes en un casting, ha mantenido vigente su amistad durante más de 30 años. Tras quemar cada discoteca de Hollywood y Manhattan, ahora, con varios padres de familia entre sus miembros, se siguen reuniendo para ir a ver la obra escolar del hijo de uno de ellos. Sabemos que esto no supone ningún mérito profesional pero, ¿por qué ser un buen tipo no iba a puntuar a la hora de valorar su perfil como estrella? Bien hecho, Leo.