Se les entregan casas sin exigencias previas, renta que los beneficiados pagan con el dinero que les proporciona el Estado.
La situación de las personas sin hogar en Finlandia se logró controlar gracias a la campaña «Housing First», que entrega una casa a todo quien lo necesita, sin exigencias previas.
La solución habitacional permitió que se redujera la cantidad de personas sin hogar en un 35% en solo siete años de implementado el programa, que consistió en sacar de la calle a más de 1.300 personas, sin la exigencia de desintoxicarse de alcohol o drogas, como suelen hacer otros subsidios similares.
Los complejos de habitacionales se encuentran dentro de comunidades de clase media y los beneficiados están obligados a pagar renta, dinero que obtienen de la ayuda económica proporcionada por el Estado.
«El sistema de refugio temporal no estaba funcionando. Mientras esa gente no tenga una casa permanente, siempre serán considerados sin techo», explicó Juha Kaakinen, consejero delegado de Y-Foundation, la ONG que implementó el proyecto.
Según informa Playground, las ONG implicadas en el programa pretenden que para el año 2027 no exista ninguna persona sin hogar en el territorio.
El fundador de «Housing First», Sam Tsemberis, reveló que la clave del éxito de la idea tiene que ver con crear el sentimiento de pertenencia en las personas, como poner una placa con el nombre en el buzón de las casas, para humanizar a las personas y les entregue la voluntad de cambiar sus vidas y cuidar el hogar que se les ha entregado.
Cada semana, las personas beneficiadas son visitados por trabajadores sociales y especialistas para asistirlos en las áreas que se requieran y para fomentar su integración dentro de la comunidad.
Desde su instauración, el programa ha invertido más de 300 millones de euros. Sin embargo, la inversión ha sido compensada por todos los insumos relacionados a personas sin hogar, como servicios de emergencias y gastos judiciales.