ACTITUD FUTURO

RESEÑA // «It Chapter Two»: El largo aliento de un cierre satisfactorio a gran escala

La prometida y esperada secuela de la adaptación al cine del clásico de Stephen King se toma su tiempo para respetar el relato original y confirmarnos la magia del elenco de la primera cinta.

Hector Muñoz |

It Chapter Two

La prometida y esperada secuela de la adaptación al cine del clásico de Stephen King se toma su tiempo para respetar el relato original y confirmarnos la magia del elenco de la primera cinta.

Por Héctor Muñoz Tapia

Ya son 2 años desde que «It Chapter One» nos tomó por sorpresa en el cine. El clásico libro de Stephen King, que ya habíamos visto adaptado para TV en 1990, cobraba vida en la pantalla grande gracias a un grupo de chicos que nos hicieron creer en la magia de lo más esencial del autor, con un relato enriquecido por las extremidades amplias del formato, y que a pesar del terror en dosis justas para la película de masas que significó, nos maravilló con ese Club de los Perdedores con los que empatizamos y nos reencantaron. Por todo esto, las expectativas para el capítulo 2 estaban por las nubes. Y lo que nos entrega Andy Muschietti con «It Chapter Two» como cierre pasa la prueba de una historia de la que ya conocemos sus puntos altos y su desenlace.

«It Chapter 2» tiene algo que te exige más de lo que podrías esperar de una secuela. El enfrentamiento final entre los perdedores y Eso lo hemos leído y lo hemos interpretado a nuestra pinta por mucho tiempo. Y para comenzar a prepararse, es bueno tener en claro que la película se empina por casi las 3 horas de duración, las que a veces se sienten como una maratón que te da de seguro una recompensa en el último tercio. Y sí, por lo menos una de esas secciones podría quedar fuera y quizás el resultado habría andado mejor. Pero la materia está ahí, el sentido de la amenaza latente de Pennywise, aunque con menos tiempo en pantalla de lo que hubiésemos deseado, se mantiene intacta, gran mérito de Bill Skarsgård, impecable como en la primera.

Las versiones adultas funcionan de maravilla como colectivo, pero un par de ellos brilla en lo individual. Tanto Bill Hader de Richie adulto como James Ransone de Eddie en la adultez son los que destacan de todo el lote. No es sorpresa lo de Hader si lo seguimos desde los tiempos de «Saturday Night Live» y en las 2 temporadas de la impecable «Barry» de HBO, dando en el clavo a lo que construyó Finn Wolfhard de “Stranger Things” en la primera parte. Y lo de Ransone, para los que lo conocimos en «The Wire», fue una grata sorpresa su anuncio de casting hace un año, logrando ser una extensión natural y magnífica de Jack Dylan Grazer en el capítulo uno. Ambos protagonizan los momentos de ritmo notable en «It Chapter Two» y se escapan de cualquier caricatura que podría temerse. Fuera de este par de excepciones, el casting de los adultos cumple su objetivo cuando están juntos los Perdedores. Quizás el rendimiento esperado de Jessica Chastain y James McAvoy no luce tanto como debiera, pero en el conjunto funcionan de maravillas, completando con Jay Ryan y Isaiah Mustafa.

Pero la magia definitiva la sigue teniendo el grupo de niños que nos enamoró en la primera parte. A pesar del a veces evidente y distractor uso del CGI para mantenerlos en el registro de hace un par de años, esa chispa que nos enamoró en 2017 no se ha extinguido y representa el corazón de ambas películas. Aunque los flashbacks no tienen el nivel de lo que vimos en la primera parte, bastan para confirmarnos que la esencia del Club de los Perdedores la retrataron mejor que nadie, uno de los grandes aciertos del paso de «It» al cine, esta especie de «The Goonies» de Stephen King es posible gracias a ellos.

Con sus puntos altos y los no tanto, la materia prima sigue empapando la experiencia que nos brinda «It  Chapter Two», el alma está ahí y te mueve del asiento a pesar de que lo hayas leído antes. El viaje lo vale, sin duda.

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