Un paradero de buses en Estados Unidos tiene problemas con las heces de ave, y el legislador lo vivió en «carne propia».
Un político estadounidense sufrió un desagradable episodio mientras discutía con una reportera televisiva el problema que supone el exceso de excrementos de paloma en una estación de tránsito local en la ciudad de Chicago.
Mientras era entrevistado por la cadena CBS en el lugar, Jaime Andrade se convirtió en víctima de la situación que pretendía denunciar.
«¿Acaban de hacerlo [encima de mí], no?», dijo Andrade tocándose la cabeza. «Tendré que ir a lavarme. Eso es lo que les sucede a mis electores. [Las palomas] defecan encima de ellos todo el tiempo».
Es un problema para los residentes que usan esa parada, que ya ha sido bautizada como la «estación de las cacas de paloma».