Por Jorge I. Lagás
Un suceso histórico se nos viene en Santiago este viernes 13 de septiembre, por primera vez se presentan en este país los noruegos Turbonegro, una institución que cumple 30 años dedicados al rock and roll más sórdido. El Club Blondie será el escenario de sus barrabasadas, como parte de la gira de promoción de su último disco “Rocknroll machine” (2018) y hablamos anticipadamente con su vocalista Tony Sylvester, quien está con ellos desde 2011.
-Tony, Chile se prepara para recibirlos, ¿cómo están ustedes?
-Con muchas ganas de llegar a Sudamérica, probar todas sus comidas y recorrer lugares. He oído cosas buenas de Santiago.
-Nunca los hemos visto en vivo, ¿qué se puede esperar en el escenario?
-Todos los rumores son ciertos. Somos una banda deathpunk y eso es lo que pueden esperar, una experiencia completa. Tocamos canciones de todas las épocas de la banda, desde los primeros discos hasta “Rocknroll machine”. Será una gran noche, lo garantizo.
-“Rocknroll machine” es lo que los trae por acá, ¿cómo te tienen los resultados de todo este proceso?
-Muy satisfecho. Fue un disco muy divertido y fácil de hacer, el estreno de nuestro nuevo tecladista Haakon-Marius Pettersen. Su ingreso fue un shock para la banda, porque nos cambió toda nuestra forma de componer. Creo que el álbum refleja todo ese impacto.
-30 años de existencia son los que están celebrando, además. ¿De qué forma honran este cambio de folio?
-En el show estamos tocando algunas viejas canciones que nunca habíamos tocado, o no se tocaban hace mucho tiempo. Y algo importante es que estamos llegando donde no lo habíamos hecho, desde las cercanías del círculo polar ártico, entre las fronteras noruega y rusa, que es lo más allá que se puede llegar, hasta las profundidades de Sudamérica. Son muchos kilómetros y creo que será la única vez que hagamos un recorrido tan extenso.
-Desde sus inicios Turbonegro ha tenido la misión de mantener vivo el verdadero rock and roll. ¿Cómo se hace hoy? ¿Está más difícil? ¿O más fácil? ¿O igual que siempre?
-Lo interesante e increíble para mí es que para donde vamos siempre hay una base de fans dispuestos a ir a vernos. No me puedo referir al rock en general, pero en el caso puntual de Turbonegro tenemos un seguimiento que se ha vuelto bastante organizado, hay varios tipos de clubes de personas por ahí. Y nos gusta conocerlos, dentro de lo posible, poder saludar y conocer a los que ocupan su tiempo y recursos en apoyarnos. Ese fenómeno humano me sigue pareciendo increíble. En cuanto al rock, no lo sé… la música rock no va a ninguna parte (risas), porque desde que llegó fue para quedarse.
-Siempre han sido una banda políticamente incorrecta, y hoy parece que todos tratan de ser así. ¿Cómo ser incorrecto en un mundo donde todos quieren serlo?
-En nuestro caso es que siempre nos gustó el riesgo y creo que eso tiene que ver principalmente con la libertad, desde un punto de vista bastante inclusivo. No creo que la gente nos perciba como ofensivos sólo por el afán de ser ofensivos, eso sería muy tonto. Pero bueno, no puedo negar que nuestro humor es un poco pasado para la punta (risas).
-Uno de nuestros discos favoritos es el “Apocalypse Dudes” (1998) y todo parece indicar que el Apocalipsis está cerca, ¿crees que llegará luego?
-Uf, espero que no. Tal vez a estas alturas tendríamos que retitularlo como “Post Apocalypse Dudes”. Creo que no somos la banda más indicada para hablar de esto, pero efectivamente están pasando cosas terribles en el mundo y está esa sensación terminal. No sé si es porque ahora uno tiene más acceso a la información así que hay más conciencia de las cosas que pasan, pero lo que puedo decir es que lo que tratamos de hacer como banda es levantar a las personas justo cuando están a punto de volverse locas con todo eso. Es algo muy importante.
Para ver a Turbonegro por primera vez en Chile, las entradas están en sistema Eventrid.cl.