La réplica fue gracias a su retoño que pidió a su padre que construyera uno para él.
Un padre que es físico y experto en tecnología láser en Estados Unidos, creo una réplica del Lamborghini Aventador en su propio garaje luego de que su hijo de 11 años se quedara maravillado con ese modelo en un videojuego de carreras y le preguntara si podían construir un superdeportivo así.
«Claro», fue la respuesta del padre. Y en seguida se pusieron manos a la obra.
Tras descargar los diseños los adaptó para una impresora CR-10S que había adquirido a través de Internet. Posteriormente, se percató de que las piezas de plástico comenzaban a derretirse al quedar expuestas a la luz del sol, por lo que las recubrió con fibra de carbono para protegerlas.
El proyecto entero costó hasta el momento 14 millones de pesos chilenos y llevó dos años de trabajo. En la actualidad Sterling Backus y su hijo piensan presentar el automóvil —que aún está en desarrollo— en las escuelas para motivar a los más jóvenes a emprender sus propios proyectos de tecnología.