Un manotazo en la cara fue el comienzo de la tremenda pelea. Seis expulsados e incluso los directores técnicos se fueron a las manos.
Un partido terminó en tremenda batalla campal durante el encuentro disputado entre el Municipal de Ciudad de Guatemala y el Xelajú MC de Quetzaltenango, en Guatemala.
Tras el primer gol del Municipal, Carlos Alvarado, defensa central del equipo capitalino, pegó un manotazo al rostro de un adversario, hecho que desató una trifulca que involucró a jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos. Como resultado de la gresca, seis futbolistas fueron expulsados: dos del Municipal y cuatro del Xelajú, al igual que los directores técnicos de ambos equipos.