«Lo más importante es la dignidad y la seguridad de la patria», aseguró el saliente Saad Hariri.
Después de dos semanas de crisis, el primer ministro del Líbano, Saad Hariri, anunció que renuncia junto con su gobierno ante la presión ciudadana que lleva dos semanas de protestas y manifestaciones, en especial en la ciudad capital Beirut.
«Me dirijo al palacio Baabda para presentar la dimisión del gobierno en respuesta a los muchos libaneses que salieron a las calles», dijo en un discurso transmitido por televisión. Su medida fue recibida gritos de alegría por parte de los personas.
Hariri manifestó al oficialismo que «las posiciones vienen y van, pero lo más importante es la dignidad y la seguridad de la patria (…) Nadie es más grande que mi país». Las protestas se iniciaron por un impuesto al uso de WhatsApp, que luego fue retirado.
El saliente mandatario dijo que ya no puede «ocultar» el que el Líbano llegó a un «callejón sin salida» y que pone su dimisión «en manos del presidente y de todos los libaneses». Ahora el gobernante Michel Aoun debe aceptar o rechazar la renuncia.
Recordemos que el Líbano vivió 13 días con protestas, las que evolucionaron hacia exigir la salida del gobierno ante las denuncias de corrupción. Esta jornada las protestas se concentraron ante de domicilios de los ministros de telecomunicaciones y finanzas.
Los bancos, colegios, instituciones y algunos comercios continúan cerrados. El lunes 21 de octubre, Hariri anunció un paquete de reformas económicas y el domingo 27 de octubre las protestas lograron crear una kilométrica cadena humana en el país.