Los británicos con la temática virtual y cinéfila de su octavo álbum como eje principal, entregaron en Pista Atlética un espectáculo que los mantiene como una de las bandas imperdibles de ver en vivo.
Por Diego Puebla
Fotos Roberto Vergara
“Simulation Theory” es la octava placa de los británicos oriundos de Teignmouth, última ciudad de Inglaterra en ser invadida por extranjeros. En diversas entrevistas, Muse atribuye la fusión de estilos por su lugar de nacimiento. Este último disco es clave para entender las influencias y el significado de la obra, utilizando distintas ramas del rock para emitir el mensaje.
Lanzado el 2018, obligó a la banda a emprender una gira mundial que el pasado 13 de octubre llegó a Santiago de Chile, en el mes con más movimiento musical sin lugar a dudas. Con nubes cubriendo la totalidad del cielo y una temperatura agradable en la jornada dominical, no hubo excusas para las cerca de 14 mil personas que llegaron a la Pista Atlética del Estadio Nacional, para la cuarta vez de Matt Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominc Howard.
Para comenzar la fiesta, Kaiser Chiefs subieron al escenario en medio de instrumentos y la puesta en escena de lo que vendría después. Con 45 minutos de presentación y “I Predict a Riot” o “Ruby”, como sus canciones más coreadas entregaron su música a un entusiasta público que siguió incluso sus singles más actuales como “Record Collection”. Con una performance lucida por parte de Nick Hodgson, que demostró más ganas que voz, fueron un leve motivador para lo que se venía a continuación.
Pasadas las 21:10, luego de 40 minutos con música “espacial”. Entró a escena Muse junto a 10 bailarines tapados y vestidos con máscaras led y uniformes iluminados. Bellamy con sus clásicos lentes y Wolstenholme con su instrumento alumbrado, entregaron rápidamente “Algorithm” y “Pressure” mostrando el concepto principal del octavo trabajo de temática virtual y cinéfila.
Eso no significó que sus anteriores canciones no estuvieran presentes. “Uprising”, “Hysteria” o la excepcional “Madness”, fueron acompañadas de un estimulo que evitaba no entretenerse en alguna medida, además de la extraordinaria ejecución de la banda, con la guinda de la torta con una voz impecable por parte de Bellamy en sus falsetes, baladas o al momento de gritar sin dejar de tocar la guitarra entregando un sonido particular dentro de sus pares.
Desde dubstep, electrónica, rock alternativo desde todas sus veredas e incluso mostrando dosis de metal con un medley que comenzó con “Stockholm Syndrome”, rematando con un robot inflable gigante en sus espaldas al estilo Iron Maiden, demuestran cada año que pasa la habilidad por entregar elementos para transformar la experiencia Muse en un momento inolvidable.
Con dos horas de espectáculo, que mostró de todo. Confeti al por mayor, bailarinas lanzando humo por pistolas, momentos acústicos con el conjunto tocando en la pasarela, encerrados por luces en su entorno y con la compañía del público con sus celulares, entregaron una postal difícil de olvidar para los fanáticos. Otro momento fue con Dominic preguntando que canción preferían oír de dos posibilidades, “Bliss” ganó y de inmediato Muse cumplió los deseos de los asistentes.
Con su último trabajo bajo el brazo, los británicos mostraron sus referencias basadas en teorías conspirativas, ciencia ficción y series de todo tipo para mostrar una realidad con tintes apocalípticos. Con una portada hecha por Kyle Lambert, encargado de ilustrar el éxito de Netflix “Stranger Things” y con una muestra tácita de tomar elementos de cintas icónicas como “Volver al Futuro”, “Tron” o “Teen Wolf”, “Simulation Theory” ayudó en la temática virtual y cinéfila como eje principal de su concierto en Chile y de su gira mundial. “Knights of Cydonia” fue el punto cúlmine de un show de película en nuestro país, que los mantiene en su cuarta visita como una de las bandas imperdibles de ver en vivo.