El abandono en que están algunos niños en Chile ha permitido que muchos de ellos sean abusados en sus derechos por bandas delictuales o de narcotraficantes y los hagan participar en estas protestas sociales según el gerente general de la fundación San Carlos de Maipo, Marcelo Sánchez.
Desde hace muchos años se conoce que la situación de los niños más vulnerables en Chile es precaria debido a los problemas de pobreza y la falta de oportunidades, además, de un Estado ausente en muchos aspectos.
Esta mañana en “Palabra que es Noticia” conversamos sobre la participación de menores en los incidentes y saqueos que vemos a diario desde que comenzaron las protestas el 18 de octubre pasado.
Según Marcelo Sánchez, hay que tener cuidado con no estigmatizar las luchas sociales pero “hoy en día, estamos quedando indiferente de los abusos que se están cometiendo por maquinaciones delictivas o del narcotráfico que están reclutando soldados, que los están entrenado en estas marchas, que los entrenan en esta barricadas (…) hay un número importante, organizado, que tienen recurso, y que está deslegitimando” la lucha social a través de la violencia y los saqueos.
Marcelo Sánchez ligó al narcotráfico con los saqueos y los actos delictuales que se han generado estas semanas debido a la falta de seguridad lo que ha permitido que ganen territorio «los narcos huelen la sangre de los tiburones (…) vieron la oportunidad y tomaron posición de un territorio (…) esta cuestión es un negocio»
En otro ámbito, el gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo, Marcelo Sánchez entregó cifras escalofriantes sobre la cantidad de menores que han desaparecido en Chile desde 2010. Según Sánchez, en nuestro país hay “más de 3 mil 700 niños que están desaparecidos, 378 son niños menores de cinco años”
Según el especialista, acá también hay una discriminación que hace el Estado en la búsqueda de estos menores “si vienen de una familia bien constituida el 96% es encontrados, si vienen del SENAME, (hay un) 55% de eficacia (…) cuando salen del SENAME, son la tercera prioridad en la búsqueda” de los menores desaparecidos.