Una encuesta revela que estos eventos son idóneos para «concretar» la atracción entre compañeros de oficina.
La celebración que los trabajadores esperan con mayor ansia es la fiesta de Navidad de la empresa, y la razón no es otra que la posibilidad de «concretar» la atracción entre compañeros de oficina.
Así lo reveló un estudio realizado por la empresa de jugueterías eróticas «Sex Place». La encuesta confirmó que las cenas de empresa son las celebraciones más deseadas y esperadas para ser infiel. La tienda erótica consultó a 265 mujeres y 220 hombres acerca de las festividades de Navidad, en especial sobre las cenas de empresa, y entregó datos bastante interesantes.
De acuerdo a la encuesta, el 63% de las mujeres estarían dispuestas a cumplir su fantasía de mantener una relación con un compañero durante la fiesta de Navidad, y el 81% de los «affaires» que se producen durante la celebración de la cena son solo de una noche. De hecho, una de las preguntas realizadas por la marca era si ya habían tenido ocasión de cumplir la fantasía, y fue una mayoría de mujeres las que respondieron positivamente, publica El Confidencial.
«La idea más recurrente entre mujeres es la de mantener un encuentro con un jefe», explica la sexóloga Laura Mirasol. «El trabajo es el lugar donde más tiempo pasamos y, por tanto, es normal que surjan estas situaciones». De hecho, según las encuestadas, la fantasía más deseada incluye a un compañero con un cargo superior en la empresa, aunque muchas también hablaron de probar experiencias con otra colega puesto que les provocaba morbo. En el caso de los hombres no existe distinción por el puesto de la compañera, aunque sí se destacó la tradicional fantasía de la secretaria.
Por su parte, los empleados de prácticas son los que menos éxito tienen estas celebraciones de empresa. En lo que coincidieron todos los encuestados fue en que, después de cumplir sus fantasías, las relaciones sociales no se vieron afectadas y todo volvió a la normalidad. De igual manera, el 90% de los consultados aseguran evitar contarlo para no tener que escuchar comentarios a sus espaldas.