“Creo que sabían que el otro estaba falleciendo y que están juntos por toda la eternidad”, dice uno de los hijos de Les y Freda Austin.
“Hasta que la muerte los separe”, es la frase que se les dice a los recién casados. Aunque siempre es el anhelo de todo enamorado, lo cierto es que no siempre se puede lograr ese objetivo, ya sea por quiebres amorosos o porque el amor inicial no duró lo que se esperaba.
Sin embargo, siempre hay casos que le dan la razón al amor y son un ejemplo de que se puede vivir con un ser amado “hasta que la muerte los separe”.
Es el caso de Les y Freda Austin, una pareja de ancianos de 90 años que tras 70 de matrimonio fallecieron el mismo día y solo con minutos de diferencia. “Lo hacían todos juntos. No dejaron de hacerlo con la muerte”, dijo su hija Sandy Maes.
La pareja, originaria de Michigan, hace solo un mes había celebrado sus 70 años de casados, donde se veían felices por lo conseguido. Sin embargo, el pasado 6 de diciembre ingresaron en cuidados paliativos, según señala New York Post.
“Creo que sabían que el otro estaba falleciendo y que están juntos por toda la eternidad. Y creo que fue hermoso”, dice su hija para explicar la coincidencia de que sus muertes solo tuvieron 20 minutos de diferencia en el mismo centro al que habían ingresado hace unos días.
Se conocieron en la secundaria y su primera cita fue el baile de promoción. De ahí se casaron en 1949 y nunca más se separaron. El era un sargento de policía retirado, mientras que ella fue gerente de una lavandería en Jackson, unos 125 kilómetros al oeste de Detroit.
Ella era amante de la cocina y según sus cercanos tenía cerca de 1.000 libros de repostería y arte culinario. Por su parte, a Les le gustaba todo lo relacionado con John Wayne.
Les encantaba salir a acampar y eran amantes de los faros. De hecho, sus familiares aseguran que habían visitado todos los faros que se encuentran en Michigan. “Si tenían que irse, esta fue la forma más romántica que había”, dice Michael Austin, uno de los hijos de la pareja.
El amor de Les y Freda seguirá en la sangre de sus tres hijos, tres nietos y ocho bisnietos.