Patricio Jara comenta Teufelsbücher, el nuevo disco de Unaussprechlichen Kulten.
No hay dos opiniones: Unaussprechlichen Kulten es una de las bandas nacionales que más cuidado pone en la estética de sus álbumes. Hay un empeño por concebir cada trabajo más allá de la temática, desarrollando un producto de alta factura, articulado y coherente con los temas que les preocupan como artistas. Tienen claro quiénes son su gente y sus intereses, por lo que, una vez que la música ha sido compuesta y grabada, el desafío está en traspasar esa experiencia a la visualidad absoluta.
Cuando consigues un disco de UK, también te llevas una extensión de su arte. A fin de cuentas eso es: una estética que comienza en el imaginario de la narrativa de Howard Phillips Lovecraft y, como los tentáculos del gran Cthulhu, se extiende hacia nuestra propia cultura y su sedimento pagano. Puro sincretismo incubado dentro de un death metal que, si bien tiene un pie en la vieja escuela, hoy presenta composiciones y sonidos más elaborados. En eso, por cierto, Unaussprechlichen Kulten ha sido coherente desde sus inicios, hace veinte años: cada registro es un capítulo orgánico, como si al final se tratara de un solo gran disco con el que también se desarrolla un relato ambicioso, apabullante.
En el álbum anterior, Keziah Lilith Medea (2017), el foco estuvo puesto en la figura de la mujer como arquetipo de maldad disruptiva, desafiante del poder que va desde los mitos europeos inmemoriales hasta nuestras propias endemoniadas locales. Y todo expresado a través de un sonido tan oscuro y siniestro como brutal, combinando letras en inglés y español para instalar su forma de ver el mundo.
Publicado por el sello alemán Iron Bonehead en vinilo y compacto, nadie quedará indiferente con el arte de carátula de Teufelsbücher, esta nueva entrega, el quinto larga duración, a cargo del pintor nortino Rodrigo Pereira Salvatierra: un óleo sobre tela cuyo concepto aborda con sutileza las consecuencias de la invocación de aquellos libros del diablo, del conocimiento prohibido.
Es un disco de apenas seis canciones que, sin embargo, superan los cuarenta minutos. Son temas complejos, tal vez sean los más intrincados que Unaussprechlichen Kulten haya compuesto: no es un death metal estridente ni cavernario. Por momentos parece ser ejecutado con sutileza, los blastbeats no son ráfagas que absorban todo, mientras el trabajo de las guitarras, hábilmente paneadas y calibradas por Pablo Clares en su estudio DM6, donde la banda suele grabar sin presiones y con el taxímetro apagado, poco a poco se abre a texturas y melodías conforme avanza el álbum.
Es curioso, pero así mientras en canciones como “A Search and a Evocation” y “Necromancy and Torment” encontramos retazos de Incantation e Immolation, también asoman algunos en el tono del primer Mercyful Fate, en especial en los solos de Herbert West, quien ha sido un aporte evidente en la dirección musical hacia donde se encamina UK.
Teufelsbücher es death metal de digestión lenta. Es esa clase de disco que debe escucharse con todo el arte interior desplegado sobre la mesa y, por qué no, con una copa de buen vino. A fin de cuentas es un rito. Menos que eso, es una herejía.