El asesinato del sacerdote Jesús Manuel Rondón Molina, miembro del Presbiterio Diocesano de San Cristóbal en Venezuela, destapó un nuevo caso de pederastia en la cúpula de la Iglesia Católica. El pasado 16 de enero, el cura desapareció encendiendo las alarmas de sus cercanos, para días más tarde ser encontrado sin vida con un posible sospechoso en la mira, un joven de 17 años.
El 21 de enero, el adolescente asumió el hecho señalando que había agendado un encuentro con el hombre para luego terminar por estrangularlo. Adjunto a esto el joven confesó haber sido abusado y acosado durante cuatro años por el edil religioso. Más tarde, el ministro de Interior venezolano, Néstor Reverol, señaló que el cura «mantenía acosado y bajo amenaza» al adolescente.De acuerdo a los antecedentes entregados por el Ministerio Público de Venezuela, el joven comentó que el cura también había amenazado con abusar sexualmente a su hermano de 10 años.
Tarek William Saab: El pasado #20Ene fue denunciada la desaparición del presbítero Rondón Molina en Táchira, y el día #21Ene un adolescente citado como testigo confesó haberlo asesinado debido a abusos sexuales cometidos contra él durante años y por haber amenazado a su hermano
— MinPublicoVE (@MinpublicoVE) January 27, 2020
A partir de esto, el Ministerio de Interior declaró mediante cuenta de Twitter que la investigación finalmente comprobó que el hermano menor de la víctima, también había sido abusado por el sacerdote. Asimismo, aseguraron que al menos dos niños más habían denunciado al hombre ante la iglesia en los años 2014 y 2015.
En un comunicado, la Diócesis de San Cristóbal de Venezuela “repudió” los abusos sexuales por parte del clérigo, y reconoció que recibió “varias denuncias en su contra, se realizaron las investigaciones pertinentes y se le dieron medidas cautelares”.