La falta de un centrodelantero letal le pesó al cuadro de Bernardo Redín. A Colombia llevó a tres en ese puesto y ninguno pudo rendir.
Por As.com
La Selección Chilena Sub 23 luchó, pero no pudo clasificar al cuadrangular final del Preolímpico que se desarrolló en Colombia. La Roja no pudo derrotar al cuadro local y quedó eliminado por diferencia de gol ante su rival. Ambos sumaron siete puntos en el Grupo A, pero la contundencia en el ataque fue la clave que desniveló la paridad entre ambas escuadras. Justamente, la falta de gol fue el gran pecado del conjunto de Bernardo Redín.
El DT de la Sub 23 llevó a Colombia tres jugadores que podían cumplir el rol de centrodelantero si en algún momento se les necesitaba: Nicolás Guerra, Diego Valencia e Iván Morales. Lamentablemente, ninguno estuvo a la altura.
El delantero de la U arrancó el torneo como titular, pero al igual que en sus últimos meses en la U, no estuvo acertado de cara al arco. Si bien siempre buscó generar opciones, en los duelos que jugó se repitió el patrón: activo en el inicio y desaparecido a medida que los minutos transcurrían. En el partido decisivo ni siquiera jugó.
Diego Valencia tomó su lugar en el encuentro contra Colombia. Por momentos, logró asociarse con los mediocampistas, pero en el área su ansiedad le jugó en contra. Muchas posiciones de adelanto suyas cortaron las cargas chilenas. De hecho, en los descuentos, anotó el 1-0 que le daba la clasificación a la Roja, pero fue anulado de forma correcta por un offside.
Iván Morales fue el tercero que en algún momento jugó en esa posición. Principalmente lo hizo por los costados, aunque frente a Argentina entró para ser el ‘9’ del equipo. Su falencia principal en Colombia fueron las malas decisiones en la parte final de las jugadas. Si bien anotó ante Ecuador en el estreno, tampoco estuvo fino en la definición frente al arco. Sin ir más lejos, su último remate en el torneo se fue muy desviado.
Bernardo Redín apostó por los delanteros de los tres grandes del fútbol chileno, pero no obtuvo réditos.