Según The Economist, las protestas sociales mostraron la «disposición de la gente a salir a la calle» como participación política.
Las protestas sociales que comenzaron el pasado 18 de octubre permitieron que Chile pasara de ser considerada una «democracia defectuosa» a una «democracia plena», de acuerdo con un reporte de The Economist Intelligence Unit.
Según el informe, Chile ocupó el lugar 21 entre 22 países calificados como “democracias plenas” con 8,08 puntos. Costa Rica (19) y Uruguay (15) son las otras dos naciones latinoamericanas que figuran en la lista.
Junto con Chile, también entraron al grupo Francia (20) y Portugal (22).
De acuerdo con el análisis, el país subió su puntuación «debido a la disposición de la gente a salir a la calle», lo que mejoró su calificación en la categoría de participación política.
En cuanto a pluralismo y proceso electoral, Chile obtuvo 9,58 puntos; en libertades civiles, 9,12 puntos; 8,57 en funcionamiento del gobierno; 8,13 en cultura política y 5,0 puntos a la participación política.
The Economist consideró que 76 de 167 países son democráticos (45,5%), de los cuales 22 tienen sistemas «plenos» (liderados por Noruega, Islandia, Suecia, Nueva Zelanda y Finlandia) y 54, «defectuosos».
En tanto, 54 son «regímenes autoritarios», equivalente a 32,3% de los países y abarca el 35,6% de la población mundial.