El 9 de enero de 2019, la mano derecha de David Lee quedó atrapada en un máquina que le trituró el dedo. Además del trauma de la pérdida de su dedo, el hombre temía no poder seguir ejerciendo su profesión, confección y arreglo de zapatos. La solución llegó de la mano del Hospital Universitario de Derby y Burton, lugar en el que hicieron efectivo un trasplante de su dedo gordo del pie a la mano
‘Inmediatamente entendí lo malo que era y me preocupaba no poder volver a arreglar zapatos. […] Estaba más preocupado por eso que por mi pulgar, porque esta es mi pasión’, comentó Lee al hospital.
La operación, que duró diez horas fue acompañada de un largo proceso de recuperación, un año más tarde, David pudo retomar sus funciones normales en el trabajo.
«No tener alguno de los pulgares puede ser muy invalidante, especialmente para aquellos que hacen un trabajo manual. Este tipo de lesión podría significar que estos pacientes no pueden seguir haciendo su trabajo, por lo que estamos encantados de poder brindar esta opción de tratamiento», comentó Jill Arrowsmith, una de las doctoras que participó de la cirugía.