En cada concierto, show, y básicamente cualquier lugar de conglomeración masiva existe una seguidilla de objetos que no pueden ser ingresados. Algunas de esas exigencias, como el veto a las armas de fuego o elementos corto punzantes son de conocimiento y aprobación popular, mientras que otras causan descontento en los asistentes, como la prohibición de obtener registros con el celular.
A pesar de que siempre se tiene en consideración la lista de artículos no permitidos, la gran sorpresa se la llevó la banda de metal alternativo, Slipknot, dado que dentro de los objetos prohibidos en el show se encontraban hebillas grandes de cinturón, cadenas de billeteras e incluso vestimenta con elementos puntiagudos, componentes de gusto popular dentro de los seguidores de la banda.
Los resguardos fueron duramente criticados por los fanáticos, entre los cuales el reclamo más repetitivo fue el hecho de no haber podido usar sus prendas favoritas para asistir al concierto, sumado a la molestia por la extensa lista de prohibiciones, calificadas como un «exceso».
El recinto respondió a las acusaciones de los seguidores, declarando que muchos de los objetos prohibidos no son tan diferentes a los impuestos por otros lugares de recepción del concierto en el Reino Unido, de todas formas la indignación de los fans fue notoria, acusando al lugar de discriminarlos por su forma de vestir.