«Absolutamente no», responde Sting ante la interrogante del periodista del medio Hollywood Reporter que pretende vincularlo con una película que narre su vida. Es de esperar que con el éxito de Bohemian Rhapsody (Bryan Singer) y Rocketman (Dexter Fletcher), los seguidores del intérprete de «Shape of my heart» consulten por una historia adaptada a la gran pantalla, actividad no ajena para el cantante, quien desde 1974 (Quadrophobia) comenzó su incursión en el séptimo arte.
Según el músico británico, la forma de contar su propia historia es más artística, a través de una metáfora plasmada en un musical llamado «The Last Ship«, una adaptación que comparte el nombre de su undécimo álbum lanzado en septiembre de 2013 , y que cuenta cómo se crió en un astillero naval, lugar en el que, según las palabras del músico, su padre y abuelo ayudaron a construir el buque más grande del mundo.
Sting también se refirió al personaje que interpreta, recalcando que está construido en base a diferentes personalidades y cualidades rescatadas de las personas con las que creció. El musical sigue un curso exitoso en Los Ángeles, California, y tiene protagonismo en el Ahmanson Theatre hasta el 16 de febrero.