Fernando Báez Sosa murió en el hospital por traumatismo craneoencefálico.
Conmoción causó en toda Argentina el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, el joven de 17 años que fue golpeado hasta la muerte por un grupo de 10 rugbistas, la madrugada del sábado en Villa Gesell, una pequeña localidad costera situada unos 300 kilómetros al sur de Buenos Aires.
La víctima estaba en una discoteca del lugar con su grupo de amigos del colegio secundario del barrio porteño de Caballito. A su lado, estaba el grupo de jóvenes, de entre 18 y 20 años y jugadores de rugby amateur del Club Náutico Arsenal de Zárate.
Un empujón, un pisotón, una bebida derramada. La verdad, nadie sabe explicar bien cómo empezó la discusión, pero los guardias de seguridad acabaron sacándolos del cuello de la discoteca y los dejaron en la calle para que solucionaron sus diferencias. Tras desperdigarse inicialmente, los rugbistas encontraron a Fernando comiendo un helado en un kiosco y la emprendieron contra él. Mientras algunos agresores le pegaban puñetazos y patadas en la acera, otros mantenían a raya a los acompañantes de la víctima para que no intervinieran. El muchacho quedó inconsciente y el grupo se marchó. El joven fue declarado muerto más tarde en el hospital, a causa de un traumatismo craneoencefálico.
Fiamma Pedroso, una joven de 17 años que trabaja en ese kiosco de Villa Gesell, le vendió el helado a Báez antes del ataque. Ahora la chica dio detalles de cómo se desencadenó la brutal golpiza que terminó con el asesinato del estudiante, que entraría este año a la facultad de Derecho.
«Fernando estaba comiendo un helado, salieron un montón de chicos corriendo y lo agarraron entre todos», detalló Fiamma en declaraciones al canal Crónica TV.
«Nadie se metió en la pelea, estaban todos grabando y se escuchaban muchos gritos. En un momento dijeron ‘matalo, vos podés'», dijo en relación a los rugbistas que acabaron con la vida del joven. La chica también cuestionó la demora de la ambulancia, que «tardó más de media hora en llegar».
Este martes la fiscal Verónica Zamboni imputó a los involucrados. Maximiliano Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19) como coautores del homicidio, y a Matías Franco Benicelli (20), Ayrton Michael Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Alejo Milanesi (20), Tomás Enzo Comelli (19), Juan Pedro Guarini (19), y Blas Sinalli (18) como partícipes del hecho. Para Thomsen y Ciro Pertossi, la acusación por el delito de «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas» prevé la pena de prisión perpetua.
Los rugbistas fueron imputados por videos y testimonios que los implicaron en la causa, mientras que se ordenó la liberación de Pablo Ventura, el último de los detenidos. El joven continuará ligado a la causa y formará parte de la rueda de reconocimiento del jueves, de la que participarán testigos y amigos de Báez Sosa.