En Viña del Mar, cerca del Portal Álamos, un curioso cartel amarillo con letras negras ha llamado fuertemente la atención de los transeúntes. ‘Helados cremosos de tetas’ se lee en el papel que promociona un producto proveniente de Venezuela.
‘Es increíble cómo se nota la diferencia entre chilenos y venezolanos. Los chilenos no piden ‘teta’, sino que dicen helado. Mientras que nuestros compatriotas no tienen vergüenza en solicitarlos tal cual’ afirmó uno de los encargados.
La pyme, liderada por los hermanos Norfredd y Jesús Manzanilla vende helados de distintos sabores en bolsas plásticas, los cuales son anudados en una de las esquinas, lo que al parecer, en el país de los ‘panas’ se asemeja con un seno de mujer.
El alimento cuesta $500 pesos, y si bien ha causado incomodidad a algunos que han ido a comprarlo, no es la única comida en la que el nombre, traducido a la jerga chilena es atribuido a otra cosa. Por ejemplo, los conocidos ‘cuchuflies’ en nuestro país, en Venezuela fueron bautizados como ‘Pirulin’.
También, en el país tropical, existe la ‘chicha helada’ (creada en base a leche), término que en la mente de los chilenos se relaciona con el brebaje que se hace con la la fermentación de diversas frutas.
Chicha venezolana