La U sufrió para lograr una igualdad sin goles en casa, que le permite ir a pelear la clasificación a Brasil. No tendrá a Montillo, que se fue expulsado por juego brusco.
Las cosas no comenzaron de la mejor manera para la U. El nerviosismo, los meses acumulados de malos resultados y, por cierto, un rival del alto nivel complicaron su inicio en la Copa Libertadores. Sin embargo, el desahogo fue evidente con el pitazo final. El 0-0 que logró en casa ante Internacional de Porto Alegre le permite mantener la ilusión copera, en una jornada dura que se disputó en el Nacional.
El duelo fue sufrido de principio a fin. El nerviosismo afectó a los azules, especialmente en la primera parte del cotejo, en la que los brasileños dominaron sin mayor contrapeso. Pero pese a ello, no pudieron expresarlo en el marcador.
En ese sentido, Diego Carrasco y Del Pino Mago se transformaron en las mejores figuras azules, conteniendo y ganando cada embate propiciado por Paolo Guerrero y Edimilson.
Pero con el correr de los minutos los azules comenzaron a agarrar ritmo. Las combinaciones entre medicampo y delantera comenzaron a incrementarse, ante la atenta zaga de O Colorado. Fue así como Larrivey tuvo la mejor opción (33′), pero no pudo conectar de buena manera un medido centro de Jean Beausejour.
La inesperada expulsión
Los dirigidos de Hernán Caputto lograron el equilibrio de su juego en los primeros minutos del complemento. Sin duda, fueron los mejores pasajes de su juego, con buenas llegadas, juego asociado y fluidez defensiva. Incluso pudieron lograr la apertura de la cuenta a los 56′, a través de Ángelo Henríquez, pero su remate (tras buen pase diagonal de Pablo Aránguiz) fue contenido apenas por el portero brasileño.
Sin embargo, todo cambió a los 64′, momento en el que el juez decide expulsar, merecidamente, a Walter Montillo por juego brusco (doble amarilla). El golpe fue duro para los azules, que sintieron de sobremanera la salida de su mejor jugador, justo en un momento que expresaban una evidente alza futbolística.
El resto de los minutos graficó una sola imagen: la U defendiendo sin contemplación la igualdad sin goles. Y Caputto no se inquietó en ese aspecto: de inmediato sacó a Ángelo Henríquez e hizo ingresar a Gonzalo Espinoza para mantener su valla invicta.
Todo llo determinó la superioridad indiscutida de los visitantes, que incluso pudieron abrir el marcador a los 68′, pero la gran reacción de De Paul, la figura azul, evitó el tanto de Edimilson.
De esta manera, los azules tendrán la difícil misión de lograr la clasificación en casa de Inter, sin su mejor figura y ante un rival que, sin duda, crecerá en su reducto y ante su gente.