Durante una entrevista para el medio inglés Mirror, la cual estaba consultando a una familia por su estado entre las lluvias torrenciales en el sur de Australia, Sam, de alrededor de 10 años, protagonizó un peculiar que no pasó desapercibido ante las cámaras.
La familia de apellido Smith, se encontraba contando su historia, cuando en la cara del hijo mayor se posó, en primera instancia, una mosca. Para no interrumpir la entrevista, ni hacer ningún gesto apresurado, el pequeño Sam sacó la lengua, y se comió a la mosca. Al pasar de unos segundos, otra mosca se ubicó en su cara, y el niño volvió a hacer lo mismo.
Revisa el momento a continuación: