El actor, en el estreno de su última película donde interpreta a un adicto con problemas familiares asegura que las “etapas malas no son para siempre”.
Por ElPais.com
Las batallas contra las adicciones no son fáciles, y si alguien sabe algo al respecto es Ben Affleck. El actor lleva años batallando contra su problema e incluso ha llegado a pasar por centros de desintoxicación para superarlo con cierto éxito. Ahora, con motivo del estreno de la última película que protagoniza, The Way Back, el intérprete se ha confesado al respecto.
En una entrevista realizada en Los Ángeles (California), Affleck ha reflexionado acerca de todo lo que ha pasado. “He tenido una vida muy buena, he sido muy afortunado, de muchas maneras. Pero también he afrontado algunos retos y ya sabes, algo que me emociona mucho haber reconocido que soy un alcohólico en recuperación pública, sufrir reveses delante del mundo entero y ser capaz de superarlos. Y las veces que la gente ha venido a mí y me ha dicho: ‘Oye, eso me ayudó a verlo’, siempre han estado cargadas de significado”, afirma.
“No se trata de por qué entré en este negocio, yo no quiero ser un portavoz de las adicciones ni nada de eso, pero mira, no me importa ser un ejemplo de algo que he descubierto y que realmente está cargado de significado para mí, y de que las etapas amargas no duran para siempre. Si vas dando pasos y haces lo que te dicta el corazón que hay que hacer, tu vida puede mejorar bastante rápido», ha explicado el actor.
En el drama deportivo The Way Back, Affleck interpreta a Jack Cunningham, un hombre con problemas familiares que no consigue salir de un círculo vicioso de alcohol y terapias de rehabilitación, hasta que le piden que entrene al equipo de baloncesto del colegio en el que él llegó a ser una estrella.
“Hay cosas de este personaje en las que realmente me siento reflejado, como ser un alcohólico en recuperación, pasar por un conflicto familiar y por un divorcio…», relataba Affleck en esa misma entrevista. «Pero también hay cosas para las que he tenido que usar mi imaginación, que no podía imaginar, como ser bueno en baloncesto, algo que no se me da especialmente bien”. La cinta se estrena en Estados Unidos este mes de marzo.
El pasado mes de octubre, Ben Affleck admitía que su lucha contra el alcohol se tambaleaba. El intérprete, de 47 años, había pasado una larga temporada en rehabilitación, pero a finales de ese mes se le había visto saliendo de una fiesta tambaleándose. Él mismo lo admitía: Bueno, ya sabéis que sucede, es un error, pero no voy a dejar que me pase más».
Además, el ganador del Oscar por Argo y El indomable Will Hunting confesaba a mediados de febrero en una entrevista con The New York Times que su divorcio de la también actriz Jennifer Garner —que tuvo lugar en 2015 después de 10 años de matrimonio y tres hijos en común— era “el mayor arrepentimiento de su vida”. “La vergüenza es realmente tóxica. No hay ningún subproducto positivo de la vergüenza. Es solo una sensación tóxica y horrible de baja autoestima y autodesprecio”. Y añade: “Bebí de manera relativamente normal durante mucho tiempo. Lo que sucedió fue que comencé a beber más y más cuando mi matrimonio se estaba desmoronando. Esto fue en 2015-16 y, por supuesto, creó más problemas matrimoniales”.