El viernes 3 de marzo de 2000, Charly garcía abría el nuevo milenio dejándonos a todos off side.
Que tenía calor, que la policía lo tenía cercado o que saltó “por vos”. Charly García abría el nuevo milenio y todos quedábamos off side. De todas sus locuras conocidas esta era la más. Una completa improvisación en la cabeza de un genio que muy pocas improvisó, principalmente en el estudio y en su música.
Hace unos días el Diario El Clarín publicó una nota titulada ‘Yo estuve ahí Demoliendo mitos en 3 segundos: cómo fue el salto inmortal de Charly García a la pileta’ y donde el testimonio de algunos de los testigos presenciales del hecho, reconstruyeron un momento único que hoy cumple 20 años, así como si nada, así como un piquero al agua.
“Fue el 3 de marzo de 2000, hace 20 años. Llevaba cinco años trabajando en distintos diarios mendocinos y seis meses en Clarín. Entonces era la más joven de la Corresponsalía y cada vez que venía Charly, tenía que estar atenta. El genio del rock siempre armaba revuelo”, comienza diciendo quien firma el texto, la periodista Roxana Badaloni.
La nota detalla que ese día y a esa hora en el hotel habían un grupo de periodistas, fotógrafos, camarógrafos y algunos fans que venían al encuentro de su ídolo, pero la masiva concurrencia de la prensa no era por Charly. En sólo momentos bajaría del lobby el entonces ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, invitado a la Fiesta de la Vendimia.
Algunas precisiones
“Charly no saltó de la ventana. Se subió al techo del hotel, una especie de cornisa, encima de su habitación que estaba en el piso 9”. El que lo relata es el camarógrafo mendocino Daniel Raquela, ahora radicado en Chile, quien con destreza, intuición y un toque de suerte, encendió su cámara, miró al cielo y tomó los 3 segundos de un salto fenomenal” (Extracto de la nota).
Tampoco hubo policías, ni persecuciones cinematográficas. Sólo la insólita decisión de saltar y caer 7 pisos (porque la piscina estaba en el segundo piso del hotel). Charly subió con un porta CD en forma de gato y unos muñecos que lanzó uno a uno como para medir el viento. “De niño me tiré a la pileta desde los molinos” dijo después. Luego de ello no vino mucho cálculo o grito heroico alguno. Sólo pasaron 3 segundos entre la cornisa y la piscina. “Temimos un suicidio. Espantados subimos hasta el segundo piso y corrimos hacia la piscina. Un guardia nos detuvo 3 metros antes. Pareció increíble: Charly nadaba como pez en el agua” recuerda Badaloni.
Después de la caída vinieron las preguntas, la prensa ingresó hasta la piscina. Charly contestó lacónicamente y sólo se extendió medio segundo cuando le preguntaron si acaso tuvo miedo: “Un poquito, si”, para luego salir y subir hasta su cuarto nuevamente.
Los 2000 entraban con Charly en el peak de sus crisis, sus excesos y salidas de libretos que ya eran parte del check diario. Lo hoteles ya habían sido demolidos y por las ventanas de todos y cada uno había volado todo, menos él y Mendoza, nuevamente, era el escenario para otra página de García con esa ciudad, con ese hotel y con esa piscina, hoy devenida en paseo obligado de turistas que van a por la foto donde un día cayó de los cielos Charly García ¡Literalmente!
https://www.youtube.com/watch?v=P77H1qvojqs