Además el defensa tuvo palabras en relación al estallido social.
Igor Lichnovsky busca su lugar en el Cruz Azul. El defensor chileno suma una nueva temporada en el fútbol mexicano, esta vez defendiendo a los “cementeros”, pero no por ello se olvida de la Universidad de Chile, su casa y del momento político y social que vive Chile.
En ello, el central comentó sobre la U: “tengo esa mística para jugar, que me la dio el club, el haber convivido ahí tantos años. Viví en la casa del jugador, por problemas económicos, de distancia, y fue en ese tiempo que más me empapé de lo que es ser de la U. Sigo viendo los partidos a distancia y espero volver en algún momento de mi carrera”, partió comentando a La Tercera.
“Me gané mi lugar con el Fantasma, clasificamos a una copa internacional, hice goles y jugué la mayoría de los partidos. Luego, llegó Romero, tuve menos continuidad y había jugadores que por jerarquía serían titulares, según lo que hablé con los dirigentes, por lo que decidí salir y seguir creciendo en Porto“, agregó Lichnovsky.
Respecto a la Selección Chilena, el defensor aseveró que: “creo que la Selección se ha mantenido volando. El tiempo pasa y a los jugadores no les puedes exigir lo mismo que antes. Una linda prueba serán las Eliminatorias”.
“Me ha considerado desde que llegó. Me jugó en contra el malentendido que hubo con la expulsión que se me hizo en la Copa América de Brasil, pero espero estar disponible al 100 por ciento cuando llegue la próxima Copa América”, agregó sobre la consideración que le tiene Rueda a su trabajo.
CLIMA SOCIAL Y POLÍTICO EN CHILE
Lichnovsky, quien no ha quedado ajeno a lo que sucede en el país, comentó el bajo apoyo popular que tiene Sebastián Piñera: “tiene coherencia. La verdad se manifiesta con hechos, no solo con lo que uno pueda decir o pensar. Pero al gobierno no le conviene un pueblo más educado y con más oportunidades“, dijo.
El defensor comentó su relación con la llamada “primera línea“: “estuve ahí, y te cambia la perspectiva de las cosas. Gente me preguntaba: “¿pero por qué se tapan la cara?”. Estábamos a un kilómetro de Plaza Italia y ya no se podía respirar y los ojos te lloraban por el gas lacrimógeno. Si no estaban los primera línea, Carabineros disipaba la manifestación, que era pacífica, pero que por supuesto no tenía permiso para realizarse porque va en contra de lo que el gobierno quiere. Y la excusa es que interrumpía el tráfico“, sostuvo.
“La gente ha sido maltratada tanto tiempo, que hoy el amor que me ha mostrado Jesús me hizo llegar hasta allá. Jesús habría estado ahí, no encerrado en un templo físico. Finalmente tuvimos que correr cuando Carabineros avanzó sobre los primera línea y nos encerró. Estas consecuencias no son por algún partido político, es la ambición del ser humano, que está dispuesto a aplastar al de al lado por tener más. Y la cobardía de los líderes de un gobierno que no quiere dar su brazo a torcer porque sabe que el hambre que tiene el pueblo los superará”, agregó.
Respecto a la visión que se tiene sobre Carabineros, el seleccionado chileno no tuvo problemas para comentar que: “lamentablemente, los que salen a las calles son manejados y reciben órdenes. Me enfocaría en los altos cargos; ahí reina el egoísmo, la mentira, el ego, el amor por el yo y nadie más. Entonces, sé que todos los carabineros que ese día vinieron tras de nosotros tenían órdenes. Aunque sin duda es vergonzoso y va en contra de los derechos humanos el que decidan actuar de la manera en que se ve. Tengo familia de Carabineros y sé que a los líderes se les escapó de las manos”.
Al finalizar, adelantó y confesó porqué no se inscribió para votar en el Plebiscito: “tenemos planeado ir con mi familia. Es un momento importante en la historia de Chile y nos gustaría estar”, cerró.