Hay sospechas de que mucha gente en la ciudad de Wuhan murió en su casa sin ser diagnosticada, según señala una investigación.
El primer brote de coronavirus ocurrió en la ciudad china de Wuhan. Fue cosa de semanas para que el COVID-19 comenzara a esparcirse al resto de los países, causando hasta la fecha más de 50.200 muertes y casi 1.000.000 de infectados a nivel mundial.
Mientras Estados Unidos, Italia y España son los países más afectados hasta la fecha, China ha logrado bajar la curva de contagios al punto que ya dio por terminada la cuarentena.
Sin embargo, una investigación señala que el gobierno chino ha ocultado más de 40.000 muertes ocurridas en Wuhan, asegurando que los cerca de 2.500 fallecidos oficiales son solo una parte de la real mortandad que está ocurriendo en el gigante asiático.
Hay sospechas de que mucha gente murió en su casa sin ser diagnosticada y que al principio no había equipos para hacer test. Esto se suma a la información del medio de investigación Caixin, que señala que en un día las funerarias llegaron a entregar 5.000 urnas, es decir, el doble de fallecidos que ha informado la autoridad.
Esta investigación se suma a los medios japoneses que señalaban a mediados de marzo que el gobierno chino estaba ocultando las cifras y que el número de infectados bajó solo porque no se estaban realizando los test.
Similar a la conclusión que llegó un reciente informe de inteligencia de Estados Unidos, que señala que la información dada a conocer por el gobierno chino es “intencionalmente incompleta”, según indica Bloomberg.
Se dice que a varios ciudadanos chinos les hicieron firmar certificados de defunción de familiares sin dar más explicaciones, sin embargo, debido al hermetismo del régimen de Xi Jinping, es difícil saber a ciencia cierta cuál es la situación real.