Militares estadounidenses están llevando a cabo este peculiar análisis en diversos puntos de Corea del Norte desde el viernes pasado.
Uno de los grandes desafíos en la contención del coronavirus es la detección de personas que estén infectadas con el virus pero que no han presentado síntomas que puedan dar indicios de que se está frente a un potencial contagiado.
La semana pasada, la revista Newsweek dio a conocer un curioso y sencillo método que serviría para detectar a las personas que podrían estar infectados sin saberlo: la prueba del vinagre.
Se han conocido casos de contagiados que no han presentado los síntomas más comunes de la enfermedad, como fiebre y tos, sino que, han perdido el sentido del gusto y del olfato.
Aunque no está confirmado de que haya una relación entre la pérdida de estos sentidos y el COVID-19, militares estadounidenses en Corea del Sur están realizando el test del vinagre, para identificar a potenciales infectados no diagnosticados.
Si la persona no siente el fuerte olor a vinagre, es un indicio de que podría haber perdido el sentido del olfato, una señal de que se podría estar frente a un potencial contagiado con coronavirus.
A pesar de que es un síntoma que no está totalmente confirmado, los efectivos de seguridad de Estados unidos, lo está llevando a cabo desde el viernes pasado en distintos puntos de Corea del Sur.
A mediados de marzo, una investigación realizada en Hong Kong reveló que posiblemente las personas recuperadas puedan perder entre el 20 y 30% de la capacidad pulmonar.
Una investigación similar llevaron a cabo un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, en la que se indica que los infectados podrían perder el sentido del olfato y gusto de forma parcial o total, según han podido comprobar en pacientes y ratones que estuvieron expuestos al virus.
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