Desde Punta Arenas, el ministro de Salud también señaló que el coronavirus «podría ser mucho más benigno de lo que se había anticipado al principio».
Jaime Mañalich se refirió a las cifras más recientes del Covid-19 en Chile y los avances que ha habido en medio de la emergencia sanitaria, y de manera escueta a sus polémicos dichos de la semana.
Consultado por el periodista Juan Manuel Astorga, de Meganoticias, si estaba arrepentido de las declaraciones que realizó en estos días, desde Punta Arenas, el ministro de Salud respondió simplemente que «no».
El titular de la cartera también se refirió al análisis en torno a los pacientes asintomáticos, cuyo porcentaje «le da una dimensión a esta pelea contra el coronavirus que tiene varias consecuencias. La primera es que la enfermedad podría ser mucho más benigna de lo que se había anticipado al principio. Es un enemigo muy respetable, pero al final de cuenta si la mayoría de las gente cursa sin síntomas, que no se hospitalizan ni requieren ventilador, eso puede significar que los brotes que vengan de esta enfermedad en el futuro sean más leves de lo que se había anticipado».
Mañalich remarcó que deben seguir manteniéndose las disposiciones sanitarias.: «La estrategia de aislar solo a los casos confirmados podría tener una dificultad y es que hay muchos casos dando vuelta que no están confirmados. Y en ese sentido toma más fuerza el valor de las medidas universales de protección. El número de personas asintomáticas en Chile es menor que el 75%, porque nosotros hemos sido muy obsesivos en testear».
En ese sentido, el personero de Gobierno subrayó que «las cifras hay que mirarlas con mucho respeto y cuidado. Hoy día por primera vez se cruzó el número de los que están recuperadas de la infección como un número mayor de las personas que están activas. Pero al respecto yo no haría ninguna idea de que esto está bajo control y que tenemos que bajar las medidas de cuaretenenas o de vigilancia».
Jaime Mañalich también profundizó en la estrategia de los testeos masivos, que será “focalizada”: “Primero, a trabajadores de salud; segundo, personal interno y gendarmes se recintos penitenciarios; y tercero, alumnos y hogares de adultos mayores. Cuando se habla de un regreso a una nueva normalidad aparece la necesidad de testear, por ejemplo, a trabajadores que han estado en contacto estrecho con alguien que fue con caso positivo y nunca desarrollan síntomas. ¿Pueden volver al trabajo o no? Respondamos cuántos de ellos están inmunes, hagamos testeo».