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Alfredo Castro y actores en la crisis: “Es un poquito antiético e inmoral que nos hagan concursar, peleando por fondos”

El reconocido actor de cine, teatro y televisión conversó con Ciudadano ADN sobre la dura situación que vive su gremio.

El reconocido actor de cine, teatro y televisión conversó con Ciudadano ADN sobre la dura situación que vive su gremio.

El mundo del teatro es uno de los más golpeados por la crisis del coronavirus, con suspensiones de obras, salas imposibilitadas de abrir ni recibir público, y varias de ellas ya declarándose en quiebra. “Somos un gremio que no cabe en ninguna categoría, no somos pyme ni subpyme, estamos super desdibujados”, reflexionó en Radio ADN el reconocido actor Alfredo Castro, que sufre los embates de la pandemia en su sala, el Teatro La Memoria.

Si bien el actor calificó de “muy buena” la iniciativa de una mesa sectorial con el Ministerio de las Culturas y las Artes, advirtió que esta semana “nos fuimos con una cerrada de puerta tremenda”, tras el anuncio de que los 15 mil millones de pesos en apoyo al gremio de los artistas se entregarán a través de fondos concursables.

“Es un poquito antitético e inmoral que nos hagan pelear por unos fondos, cuando hay niños, familias y colegios que se sustentan con esta actividad”, cuestionó Castro sobre la decisión, echando de menos aportes directos a las siete salas en Santiago que ya están quebradas.

Son esas salas las que, al no poder pagar arriendos y sueldos, terminaron desvinculando a su personal. “La gente no entiende que detrás de cada sala hay familias”, puntualizó el actor, que condenó la “indolencia del Gobierno” ante su situación.

Se trata de una actividad que, hasta antes de la crisis sanitaria y pese a que “nunca ha sido fácil, con fondos o sin fondos hemos sobrevivido”. El propio Castro contó que en su teatro tiene “un Fondart muy pequeño, pero como no estamos en funciones, tengo que aportar cinco millones de pesos yo, y el ministerio no me permite readecuar esos fondos. Es un circulo asqueroso, y no sé qué hacer”.

Y mientras existe la creencia de que los actores cuentan con una gran capacidad financiera gracias a su trabajo en televisión, Castro asegura que no es así. “La televisión ahora funciona de otra manera. Desvinculó a todos los actores y actrices salvo dos o tres casos, tienen a la gente trabajando por proyecto con los sueldos reducidos a la mitad. Trabajan 66 horas semanales, de lunes a sábado en la tarde”. El actor, reconocido como parte del elenco de la época de oro de las teleseries de TVN, en las décadas de los 90 y 2000, recordó que “hubo un tiempo de gloria en las teleseries en que sí teníamos buenos sueldos, y uno pudo ahorrar o comprarse un departamento, pero eso se acabó”.

Es precisamente el canal público, y sus recientes administraciones, otro blanco de sus críticas. “Siempre nos atacan a nosotros que somos comunistas privilegiados y mugrientos, pero quiero preguntar cuánto ganó TVN en esas teleseries por 10 años. Ese edificio fue construido gracias a nuestras teleseries, a nuestro trabajo”. Según recordó, en esa época “las fiestas de navidad eran increíbles, los regalos para los niños también, pero nosotros no éramos vinculantes, nos podían echar cuando querían. La gente cree que somos multimillonarios pero yo estoy sin trabajo hace siete meses”.

Hoy, cuando toda la actividad teatral y audiovisual está suspendida, el gremio actoral se conforma con “apelar a que el segundo semestre esto se normalice”. Sin embargo, Castro es más pesimista, y cree que “vamos a tener que aprender a vivir con esto”. El Teatro La Memoria, que está a su cargo, tiene una sala cada 100 personas, “y vamos a tener que funcionar para 50 o 30, además de educar a un público que va a decir ‘a una sala cerrada yo no voy’. Tengo que pensar mil veces cómo sanitizar y darle las condiciones al público. Todas las películas están paralizadas. Es un sector con una situación muy peligrosa, muy dramática”.

Una crisis sanitaria que lleva a Castro a reflexionar sobre su origen. “Como creador, me gusta la teoría de la invención del virus, acaban de matar a un científico, hay como una red de serie de Netflix que es impactante. Lo otro, es que efectivamente hemos hecho todo muy mal como seres humanos, nos hemos portado muy mal entre nosotros. Yo me siento muy responsable de lo que está pasando en este país”.

Una de las soluciones que se presenta para mantener la actividad teatral son las obras de teatro online. De hecho, el GAM ya tiene un proyecto al respecto, con el montaje “Mentes Salvajes”, dirigido por Víctor Carrasco, y que se podrá ver vía Zoom. Según Castro, es una salida posible. “Vamos a aprender a transmitir una obra que no es de teatro, es audiovisual, porque el teatro es en vivo. El teatro son personas respirando juntas, y esa experiencia es impagable. Si está bien hecho no me parece que uno tenga que oponerse a eso, pero eso no es teatro, aunque sí entiendo que hay que reinventarse”.

El propio Teatro La Memoria tiene programados talleres online a través de plataformas como Facebook, Zoom o Instagram. “Yo creo que esto va a ser por mucho tiempo más. No es como una película de ciencia ficción donde todo se arregla de un día para otro, hay que adecuarse”. Y mientras eso ocurre, la televisión tampoco parece ser una salida para el gremio. “La gente ha sido capaz de soportar la cuarentena y la soledad con nuestras series. Canal 13 está haciendo una serie maravillosa en la Antártica, Helga y Flora, tiene actores buenísimos y paisajes increíbles, pero la dan los sábados a las 11:30 de la noche, ¿Cómo el CNTV, que puso plata para esa serie, no le exige a ese canal darla a las 9 de la noche?”.

Por ahora, y ante la detención de su teatro y la cancelación de diversos proyectos cinematográficos, Castro ocupa su tiempo en “lavar, planchar, cocinar. He aprendido a hacer queques y tomaticán. He comprado todo en almacenes de barrio o por pedidos a domicilio, nada en almacenes grandes, para colaborar en lo que pueda. También he leído y escrito, y he tenido algunos Zoom muy bonitos con gente joven que me pide que los ayude. Tengo una camisa para todos los Zoom y la reciclo”.


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