Había ganado la lotería pero no asimilaba lo que le estaba pasando, así que se fue a casa de sus padres para ver si era real.
Hace solo una semana, la vida del británico Ryan Hoyle dio un vuelco en 180 grados. Hasta el pasado sábado, era un vecino más de Rochdale, una ciudad de 220.000 habitantes de los alrededores de Manchester, en Inglaterra. Se ganaba la vida como carpintero, para mantener a su hija de 11 años, y en sus ratos libres hinchaba -desde casa por la falta de dinero- por el Manchester United, el equipo de sus amores.
Pero ese día todo cambió, al recibir un correo electrónico de la lotería nacional británica. Era el típico mensaje que le llegaba cuando había ganado algún premio en cualquiera de los sorteos que participaba, así que no le dio mas importancia, pensando que se trataría de un reintegro que no llegaría a los 3 euros.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Ryan abrió el mensaje y comenzó a ver un montón de dígitos. Su premio no era el reintegro del sorteo del juego de azar Euromillones en el que había participado el día anterior, ni siquiera unas cuantas decenas de libras por haber acertado varios números de la combinación ganadora: era el único ganador de primera categoría.
Ryan había ganado 58 millones de libras, el equivalente a más de 66 millones de euros. Este británico de 38 años se alzó así con el premio acumulado en el sorteo, con el que ni siquiera había llegado a soñar, y que le va a cambiar la vida, pues es uno de los más altos en la historia de la lotería del Reino Unido.
Hoyle dijo a la BBC que cuando abrió el correo electrónico procedente de la lotería no entendía nada: «Había una gran cantidad de números y no podía comprender nada. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, mi cabeza no era capaz de reaccionar», reveló. Así que decidió marcharse y buscar una segunda opinión que confirmara lo que estaba sucediendo, consigna El Confidencial.
El afortunado ganador fue en su automóvil hasta la casa de sus padres: «Estaba temblando y realmente necesitaba una segunda opinión, así que conduje hasta la casa de mis padres. Me mantuve a una distancia de dos metros por seguridad (del coronavirus) y les pasé el teléfono por la ventana para que ellos mismos revisaran el correo electrónico que había recibido», relato.
La respuesta fue la misma que la que Ryan se había dado a sí mismo pocos minutos antes, pero que su cerebro no era capaz de asimilar: «Era real, había ganado 58 millones de libras». Una noticia casi increíble que quiso celebrar con el resto de su familia, por lo que llamó inmediatamente a sus hermanos y los citó a todos para comunicarles lo que le había pasado. «Necesitaba hablar con ellos y realmente esa conversación me ayudó a superar el shock», reconoció.
El ganador contó que piensa hacerse socio del equipo de sus sueños y comprar por primera vez un abono anual para sus partidos; también dejará el pequeño departamento en el que vive para trasladarse a una casa nueva; renovará su automóvil viejo y desea llevar a su hija de 11 años de vacaciones a Florida, Estados Unidos. Pero lo que más ilusión le hace es garantizar la jubilación de toda su familia: que sus padres y sus hermanos puedan dejar de trabajar cuando quieran sin tener que pensar en el dinero durante el resto de su vida. Por supuesto, él hará lo mismo.