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La Roja del 62 en el fútbol de hoy: así jugaría el histórico 11

El cuadro nacional siguió la trama de su tiempo y actuó con un esquema 1-4-2-4, pero 58 años después encajaría perfecto en un sistema muy actual.

Hector Muñoz |

La Roja 1962

El cuadro nacional siguió la trama de su tiempo y actuó con un esquema 1-4-2-4, pero 58 años después encajaría perfecto en un sistema muy actual.

Por As.com

Uno de los efectos impensados de la pandemia del coronavirus en el país es el rescate de hechos valiosos y grandes figuras del pasado del fútbol chileno. Esto sucedió con la Roja del Mundial de 1962, que obtuvo el tercer lugar en el certamen, a raíz de la transmisión de los partidos más importantes que disputó el cuadro nacional en la Copa del Mundo.

Por primera vez, generaciones de chilenos vieron en acción, de manera continua, a cracks de los que solo las referencias eran orales o escritas.También fue la oportunidad para apreciar el fútbol del equipo dirigido por Fernando Riera (Modelo de juego), de qué forma se ubicaba posicionalmente (Sistema de juego) y cuáles eran las funciones de sus integrantes (Organización de juego).

Aunque han pasado 58 años, trasladar el funcionamiento de la Roja de entonces a la actualidad resulta plenamente viable. Respetando los 11 puestos del esquema 1-4-2-4 y todos los nombres del equipo titular, que luego sufrió cambios por lesiones, expulsiones y decisiones tácticas de Riera, los cracks del pasado encajarían perfectamente en el muy vigente esquema táctico 1-4-4-2.

Última línea

En primer lugar, la línea defensiva (Luis Eyzaguirre, Carlos Contreras, Raúl Sánchez y Sergio Navarro) junto al arquero Misael Escutti cumplirían a cabalidad con los cánones tácticos actuales. En particular ambos laterales, quienes en las transmisiones televisivas dejaron en claro que parte de sus responsabilidades en la cancha era también proyectarse de forma alternada al ataque.

Esta es una exigencia contemporánea que hoy todos los equipo desarrollan, por lo que no habría ninguna dificultad al respecto. Sin embargo, en este plano tal vez haya que poner de relieve el matiz táctico, en relación a la actualidad, expresado por el central derecho Carlos Contreras.

Se le vio, en los momentos de gestación de juego y también de ataque profundo, ubicado como una especie de ‘6’ ascendente, dejando solitario a Raúl Sánchez como ‘ultimo hombre’. Las ‘subidas’ constantes de Toro y Rojas desde el mediocampo, probablemente, hacían que el zaguero avanzara en la cancha para otorgar equilibrio al equipo. 

Cuatro mediocampistas

Lo hecho en el mediocampo por la Roja también se avizora en sintonía con los parámetros actuales. En el papel, eran solo dos los volantes (Eladio Rojas y Jorge Toro), pero el retroceso de los aleros (Jaime Ramírez y Leonel Sánchez) en fase de construcción de juego y sobre todo en el momento defensivo expresaba que los mediocampistas, de facto, eran cuatro hombres. No un tándem como se estimaba.

Así ocurrió por largos pasajes de los partidos, demostrando que el cuarteto de volantes dispuestos en amplitud, una organización muy europea en la actualidad, ya se gestaba entonces en la mecánica de juego chilena.

Doble ‘9’

Finalmente, en la transmisión de los encuentros quedó de manifiesto que en la Roja del 62 el ‘9’ y el ’10’ vendría a constituir en la actualidad la figura táctica del doble centrodelantero. Honorino Landa y Alberto Fouillioux, actuaban en línea, por el eje del ataque, receptivos a ser nutridos de juego desde el mediocampo por Toro y Rojas y también desde las puntas, a raíz de los desbordes y centros de Ramírez y Sánchez.

Lo descrito es parte de los comportamientos colectivos, en la fase de ataque organizado, que implica el sistema de juego 1-4-4-2. Esto deja clara evidencia de la cercanía de este actual esquema posicional con la matriz táctica del equipo tercero en el mundo, bajo la conducción de Riera.

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