“La primera vez que tomé la hormona del crecimiento fue en 1996”, dice el exciclista estadounidense.
Lance Armstrong fue por años el ciclista más exitoso de la historia, luego de conseguir siete triunfos consecutivos del Tour de Francia entre 1999 y 2005, además de una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
Sin embargo, en 2012 fue acusado de dopaje sistemático y la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), decidió finalmente retirarle las siete victorias por dopaje, además de suspenderlo de por vida.
A ocho años de ese polémico momento, el exciclista estadounidense se sinceró en un documental de ESPN, donde decidió contar su verdad y reconoció que se dopaba. “No quiero que sirva de excusa, pero todo el mundo lo hacía y yo hubiese ganado igualmente estando limpio”, dice, según recoge Marca.
“La primera vez que tomé la hormona del crecimiento fue en 1996. La primera vez que me dopé diría que fue con 21 años”, reconoce en “30 for 30: ‘LANCE’”, el documental que ESPN estrenará el 24 y el 31 de mayo.
Además, el exdeportista de 48 años aborda el cáncer testicular que le fue detectado en 1996 y admite que podría haber sido por el uso de drogas.
“En mi primera temporada como profesional ya tomaba cortisona. El EPO era otro nivel”. El texano es incluso cuestionado sobre los motivos del cáncer testicular que sufrió: “¿Si enfermé a causa del uso de sustancias dopantes? No puedo asegurar que no sea así”, dice.
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