El director de «The Last Dance» entregó detalles sobre las negociaciones con la estrella de la NBA para la serie.
La serie documental «The Last Dance», que muestra la vida deportiva de Michael Jordan en los míticos Chicago Bulls, se ha convertido en todo un éxito, no solo en Estados Unidos, sino que en el resto del mundo también.
Con un repaso por el nacimiento de la figura de Jordan en su infancia, sumado al de otras estrellas de la NBA y de aquellos Bulls como Scottie Pippen y Dennis Rodman, la película se centra en la última temporada victoriosa de los Bulls, la 97-98 que terminó con el sexto anillo de campeón para una franquicia que marcó una era en la liga más famosa del básquetbal.
La serie muestra imágenes de archivo, seleccionadas de las más de 10.000 horas de grabación que se tomaron hace más de dos décadas de la intimidad de los Chicago. Pero además MJ fue entrevistado en tres ocasiones para que comentara cómo vivió aquellos años en la cúspide del deporte mundial.
En un principio se dijo que las entrevistas con el director Jason Hehir habían sido en la residencia de Jordan en Florida, pero el propio cineasta se encargó de confirmar que no visitó la mansión del histórico 23.
«Hay ciertos aspectos de su vida que quiere mantener en privado», dijo Hehir en diálogo con el sitio web estadounidense Insider, confirmando que fue Jordan el que se negó a que las grabaciones fuera en su casa.
Sobre este punto, el director de «The Last Dance» reveló cuál fue la solución: «Busqué lugares en los que parecía que Michael podría vivir. Sabía cómo era su casa real y sabía que se trataba de un tipo rico que tenía ciertos gustos, así que queríamos algo que combinara con eso».
En ese mismo sentido, Hehir dio su opinión sobre el por qué Jordan prefirió mantener la intimidad de su hogar. «Simplemente no quería que la gente viera todo eso. Lo respeté, así que nunca lo presioné», aseguró.
Siendo así, la primera entrevista se realizó en una mansión alquilada por la producción y las dos restantes fueron propiedades de amigos personales de los productores a cargo del documental. «Los sorprendería lo rápido que la gente abre sus puertas cuando uno pregunta: ‘¿Puede Michael Jordan venir y ser entrevistado en su casa?'», dijo el director.