Recuerda levantarte cada 30 minutos y que tus ojos también son músculos: para evitar la fatiga visual descánsalos cada 20 minutos.
La crisis sanitaria por el coronavirus ha obligado a muchas empresas a implementar el teletrabajo. Esta nueva manera de asumir las tareas laborales tiene divididas a las personas, principalmente porque no todos pueden realizarlo en las mismas condiciones. Algunos tienen que compartir computador con otros miembros de la familia, cuidar a sus hijos durante el proceso o su conexión a internet no es la mejor.
Por otra parte, está el problema de concebir tu hogar como un sitio en el que tienes que trabajar, no dedicarte al ocio y, psicológicamente, a veces puede ser difícil, consigna El Confidencial.
A continuación algunos trucos que podrán ayudarte en el proceso, no solo mental, también físico:
Concibe la habitación como una oficina
Lo más probable es que, cuando comenzó la pandemia, en tu oficina las cosas fueran un poco precipitadas y te dijeran simplemente que tomaras tu computador y trabajaras desde casa unas semanas. Eso, para los primeros días, está bien, pero ya llevamos dos meses y es normal que te empiece a doler el codo. Por eso, lo mejor es que habilites tu escritorio y tu habitación para poder trabajar a gusto. Eso significa que debes colocar el computador a la altura de tus ojos y conseguir una silla lo suficientemente cómoda como para poder colocar los brazos en los reposabrazos. De la misma manera, es mucho mejor para la mano contar con un ratón de ordenador que con un trackpad. Si tienes que invertir en ello para trabajar más cómodo, hazlo, pues por ahora no sabemos cuánto tiempo más tendremos que estar así.
Prepárate para una buena postura
El cuerpo tiene que acostumbrarse a mantener una buena postura. Si estás sentado en una de esas sillas de madera dura, algunos fisioterapeutas recomiendan colocar una almohada pequeña detrás de ti, en la zona de la cintura para proporcionar un soporte lumbar fácil. Asegúrate de que tu espalda se apoye bien contra la silla, los hombros han de estar relajados y los brazos también, en un ángulo aproximado de 90 grados. Si por el contrario, tu silla es de comedor, por una toallita pequeña debajo de los brazos, pues normalmente esas sillas suelen ser más bajas que la mesa donde trabajas y no se pueden ajustar, por lo que pueden acabar doliéndote los antebrazos. La postura, a la que los expertos en posturología llaman «neutral», tiene que ser lo suficientemente cómoda para aguantar sin dolores durante mucho rato.
Muévete
En la oficina, ya sea para acercarte a hablar con un colega o para ir a la impresora, te mueves más. No solo es importante la postura, también recordar que debes moverte cada 30 minutos para aliviar tensión. Y no te olvides de los ojos, que también son un músculo: cada 20 minutos aproximados, quita los ojos de la pantalla y durante 20 segundos concéntrate en algo que esté lejano, por ejemplo, el horizonte. Eso te ayudará a evitar la fatiga visual. Cuidado también con un exceso de luz, que puede provocar la fatiga antes mencionada o dolores de cabeza.
Presta atención al dolor
El cuerpo de cada persona es diferente, por lo que debes ser lo más consciente posible. Y si sientes dolor, piensa en ello como una señal: algo claramente no está funcionando.