A 50 años de su banda con Carlos Corales, dice que “eso siempre sigue, acá no importa la edad ni nada”.
Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Denise de Aguaturbia. Sobre cómo está llevando esta crisis sanitaria mundial, confiesa: “Estoy pa’ la cagá, preocupada, asustada, triste con lágrimas cuando veo que se inventan cosas y nadie cree en nada”.
Asegura que los músicos están complicados en esta pandemia, porque hay “muy pocos artistas que digan ‘gané tanto, voy a guardar tanto’, no. Lo hacen pelota la misma noche en chelas y fiestas”. Eso sí, ella con Carlos Corales no lo han hecho así: “Nosotros si ganábamos 2 pesos, guardábamos 1”.
“Soy feliz con una taza de té y un pan. Lo he transmitido miles de veces, y si no me creen me importa un pedo”, agrega sobre lo anterior. “Carlos es feliz con sus guitarras, yo soy feliz con lo mío: mis lanas y el gato”.
Denise ve que “acá viene una cagada grande y nosotros somos un país chiquitito y pobre”. “Este momento está grave, y puede llegar a ser más grave. Sufro por la gente”, dice.
Según la voz de Aguaturbia, “en Chile no hay miseria, hay pobreza. Pero a mí lo que más me duele, más que no tener una caja de comida, es que no hay expectativas. Toda esa gente que anda deambulando en la noche y el día diciendo que esto es una conspiración no tiene expectativas de vida. Nosotros hablamos con ellos, y no creen que van a venir cambios, no les importa”.
Y a propósito de su banda que este año cumple medio siglo, recuerda épocas pasadas: “Había un mundo artístico que creía en sí mismo porque tenía que crear todo, no vendíamos pomada. Entonces eso siempre sigue, acá no importa ni la edad ni nada… hay una energía que uno siempre la tiene porque se está retroalimentando de ella”.