El avance abre la vía a mejorar el tratamiento de enfermos con neumonía y a reducir la mortalidad del coronavirus.
Un grupo de investigadores de la empresa AstraZeneca y de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos probaron un fármaco que inhibe la proteína tirosina quinasa de Bruton (BTK), fundamental en la llamada tormenta de citoquinas, que genera la respuesta inflamatoria en pacientes con enfermedad respiratoria grave causada por el Covid-19, lo que supone un avance para mejorar el tratamiento.
Los científicos utilizaron el acalabrutinib, un medicamento inhibidor selectivo de BTK y usado para algunos tipos de cáncer hematológicos, en un reducido grupo de 19 pacientes hospitalizados con coronavirus, 11 de ellos con oxígeno suplementario y 8 con ventilación mecánica.
El avance, presentado en la revista Science Immunology, abre la vía a mejorar el tratamiento de los casos más graves y a reducir la mortalidad del Covid-19. Abre la vía también a mejorar el tratamiento de otras enfermedades que, como la gripe, se complican por la misma reacción inflamatoria, conocida como tormenta de citoquinas.
Según la compañía, «los resultados mostraron que acalabrutinib redujo los marcadores de inflamación y mejoró los resultados clínicos de pacientes con enfermedad grave por Covid-19».
Debido a que el grupo en que se utilizó este medicamento es pequeño estadísticamente, debe probarse en un número mayor de pacientes para determinar si los resultados son repliclables, recoge La Vanguardia.
Para comprobar la eficacia y la seguridad del acalabrutinib, AstraZeneca iniciará en los próximos días dos ensayos clínicos en los que participarán 200 personas de algunos de los países más afectados por la epidemia, entre ellos, Estados Unidos, Rusia, Brasil, Perú, Chile y México.