“Y los pueblos y electorados deben tomarlo en cuenta”, dice el periodista del New Yorker, que además ha escrito para el The New York Times y The Guardian.
Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con el periodista Jon Lee Anderson. Anderson ha escrito para el The New York Times, The Guardian, el Financial Times, Harper’s Magacine, diario El País, y actualmente es escritor de planta en la revista New Yorker. Además ha perfilado a figuras como Fidel Castro, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, el rey Juan Carlos I de España, Che Guevara y Hugo Chávez.
Parte aclarando: “Mi vida paralela es América Latina. Y ahí, donde los líderes respondieron a la pandemia con eficiencia y seriedad, se ha podido controlar. Pero donde los líderes han actuado con falta de seriedad y han personalizado en su política, la pandemia se ha disparado”.
Para el periodista estadounidense, “latinoamérica ya tenía problemas de sobra antes de la pandemia: era el lugar con la peor performance económica en el mundo, con los mayores grados de homicidio, desigualdad social… todos esos problemas se van a agudizar y ahora enfrentan líos mayores agravados por la pandemia. Ahí hay líderes con rasgos autoritarios: Jeanine Añez en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua y por supuesto Bolsonaro”.
¿Y cómo ve lo que ha pasado con Chile el último tiempo? “Dentro del abanico de líderes Piñera no es el más maligno. Es un hombre que no tiene calle, no tiene cancha, no tiene oído al asfalto. Cuando hay una coyuntura casi siempre lo hace mal, como lo hizo con el estallido social comido pizza, cuando desapareció la gente de la Plaza Italia y se saca una selfie… no tiene instintos autóctonos de lo que es su pueblo. Pero no es un tipo maligno como Bolsonaro”, asegura Jon Lee Anderson.
El columnista del The New York Times cree que “hay que vincular la tasa de mortalidad a las reacciones de los líderes”. Tras esto, “van a cargar con sus muertos” dice. “Así como las guerras fallidas cargan con los destinos de sus líderes bélicos”.
Esta situación, dice el periodista que “los pueblos y electorados deben tomarla en cuenta, porque si no lo hacen quiere decir no están al tanto de sus deberes y derechos o bien estamos en una era populista desligado de nuestras esperanzas democráticas”.
“En algunos lugares no va a haber opciones, y la salvación económica va a superar todas las demás exigencias. Eso es lamentable, y significa en algunos países que economías de extracción sean de mayor extracción. Todo depende del grado de militancia, es decir, la actividad e involucración democrática positiva de la población en estos países liderados por hombres y mujeres no perfectos. Hay que ayudar a corregirlos”. “La democracia está en jaque de norte a sur”, remató.