En punto de prensa, la vocera reconoció que el «instructivo no fue bien hecho» y que si el Presidente Piñera lo hubiese visto jamás lo habría autorizado.
Karla Rubilar, se refirió este miércoles a la polémica generada por la publicación de una minuta de Gobierno donde se fijaba una estrategia comunicacional para la entrega de las cajas de alimentos.
Según reporta ADN, la vocera de Gobierno, comenzó sosteniendo que el hecho está «generando malestar y probablemente desconfianza en varias personas».
«Creemos que merece la ciudadanía una explicación y dar la cara por esta situación“, afirmó, destacando que la entrega de las canastas para el Gobierno «es un proceso extremadamente relevante y sensible».
La ministra sostuvo que la minuta se realizó luego que una autoridad local cometiera un error en redes sociales, por lo que se buscó regular esto: «El instructivo tenía ciertos lineamientos que estaban definidos. Queríamos dejar en claro que las publicaciones tenían que estar centradas en las personas y no en las autoridades».
Además, Rubilar indicó que se debía tener la autorización de cualquier persona que pudiera aparecer antes de que se publicara. «Queríamos dejar en claro que era una política de Estado» y dado que es un programa hecho por el Presidente, por lo que tenía que estar su nombre, así como el de los alcaldes «independiente del color político». De igual forma, debían «ceñirse de forma estricta a las normas de la Contraloría».
«Debemos reconocer que fue un instructivo que no fue bien hecho, que es oficial, que lo difundimos, que no fue bien logrado y no refleja las directrices que dimos», recalcó la vocera, agregando que «quiero ser muy clara y categórica, si el Presidente hubiese visto este instructivo como salió, y quiero ser muy justa y decirlo de frente, jamás habría autorizado que saliera un instructivo como este que pudiera interpretarse de una forma diferente a lo que es el espíritu del proceso de la entrega de cajas».
Rubilar informó que se realizó un nuevo instructivo, el que debería estar listo hoy y que se lo enviarán directamente a Contraloría, espetando que si se «quiere considerar un responsable, la responsable soy yo».