La hija del fallecido músico, Sara, de 16 años, es la principal heredera de la fortuna.
La muerte de Pau Donés, vocalista de Jarabe de Palo, a los 53 años, ha sido un duro golpe para su familia, amigos y seguidores. Un cáncer de colon detectado en 2015 se llevó al artista español, que además de su legado musical, dejó una no despreciable fortuna.
Cuando en 1996 editó su primer disco, «La Flaca»,vendió algo más de dos millones de copias; su segundo trabajo discográfico, «Depende» (1998), también vendió otro par de millones y el tema «Agua» ha tenido hasta la fecha más de 135 millones de visitas en Youtube. Aunque los beneficios por los royalties ya no son lo que eran, Donés ha ganado y seguirá repartiendo millonarios dividendos a través de la Sociedad General de Autores (SGAE) ya que fue el autor de esos éxitos, además de los de los álbumes «Humo» o «Bonito».
Su último álbum, «Tragas o escupes», que saldrá a la venta físicamente el próximo 29 de junio, ya lleva acumulados en Spotify 772.000 escuchas desde el 26 de mayo y el single «Eso que tú me das» se ha visto en YouTube en 11 días la suma de 3,1 millones de veces. Unas cifras que, obviamente, tras la muerte del artista aumentarán considerablemente.
En el año 2000 el cantante compró en una inmensa propiedad en Betlan, a pocos kilómetros de Baqueira Beret, en España, que reformó a su gusto. Veinte años después está a la venta por 2,3 millones de euros. La parcela tiene 6.000 metros cuadrados y la superficie construida en varios edificios es de 912 metros cuadrados: la casa principal tiene 341 metros, con siete dormitorios, seis baños, un gran comedor y cocina; otra edificación de 256 metros tiene un gimnasio, un sauna y un estudio de grabación, y hay una residencia de invitados de 229 metros cuadrados.
Es probable que la quisiera vender para poner el dinero de la venta en una cuenta corriente a nombre de su hija Sara, actualmente de 16 años, que, como le había confesado previamente a su padre, le gustaría estudiar Medicina en alguna buena universidad.
Pau también poseía otra casa de piedra en el pueblo de Montanuy (Huesca), donde actualmente vive su padre y donde compuso los temas «Dueño de mi silencio» y «El lado oscuro». Y otra propiedad en Bagergue, uno de los pueblos más bonitos de España, ubicado en el punto más elevado del Valle de Arán, donde falleció, publica El Mundo.
Además, en 2008 fundó su propia discográfica, Tronco Records S.L. (República Independiente de Jarabe de Palo) destinada a actividades de grabación de sonido y edición musical y, posteriormente, ampliada a la compraventa y/o arrendamiento de bienes inmuebles. Según las últimas cuentas depositadas en el registro en el 2017, el volumen de ventas fue de 2,5 millones de euros. Esta empresa concentra todos los dividendos provenientes de la SGAE a los que hay que añadir los royalties, que se prevén multimillonarios tras la muerte prematura de Donés.
Asimismo, desde el 2011 es el administrador solidario con un capital social de 525.141 euros de la empresa Casa Alena Bichos y Verduras S.L. con el objetivo social de la comercialización, construcción, promoción, explotación y administración de bienes inmuebles que en 2017 tenía un volumen de ventas de 500.000 euros. Además, poseía una colección de motos y un fondo de pensiones. Por supuesto, su hija es la principal beneficiaria de toda su fortuna, como también su hermano Marc.