El defensa brasileño se arrodilló con un puño en alto en el partido ante el Eibar en apoyo a la lucha contra la discriminación racial.
La muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un policía el pasado 25 de mayo en Mineápolis, no ha dejado indiferente a nadie. Tras las manifestaciones y protestas que se vivieron en distintas ciudades de Estados Unidos y el mundo, diversas personalidades se han manifestado en contra del racismo.
El último de ellos fue Marcelo, el defensa del Real Madrid quien en el partido ante el Eibar le rindió un homenaje al fallecido Floyd. Tras marcar el tercer tanto en el minuto 37, el brasileño se arrodilló con el puño en alto en apoyo de las demandas de la comunidad afroamericana.
El gesto de hincar la rodilla en el suelo se convirtió en un símbolo en la lucha contra la discriminación racial desde que el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick lo hiciera en el SuperBowl de 2013. Desde entonces ha sido replicado en diversos lugares del mundo y por distintas personalidades y líderes mundiales, como es el caso del primer ministro de Canadá Justin Trudeau y el ex boxeador estadounidense Mike Tyson.