Cuenta anécdota que lo preocupa, por ascenso del narco: “En mi barrio ayer le pusieron una molotov al auto de unos vecinos que los acusaban de ser sapos”.
Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Mauricio Redolés. “Lamentablemente (la pandemia) nos pilló en muy mal pie respecto de quienes están en el poder. Lo han hecho muy mal, con mucho cinismo, muy desprejuiciado con respecto a la mentira, y lo han hecho defendiendo de manera compulsiva el lucro económico y la ventaja política”, partió diciendo.
Critica ambos sectores políticos: “Se ha demostrado cuán insensata es la derecha en este país, y no hay una oposición política que diga ‘hey, paren el escándalo, cambiemos al señor ministro de Salud que lo ha hecho pésimo’. En cualquier otro país ya lo habrían cambiado hace tiempo. Mañalich es el Tonton Macoute, vale decir, el zombie ordenado por Piñera, digitado por Piñera y a la orden de Piñera. Piñera no lo va a cambiar porque sería su suicidio, en el sentido que él ha estado siguiendo todas las instrucciones del gobierno”.
Redolés cree que la izquierda en Chile está en una crisis profunda, y “fue desaparecida por su propia inoperancia”. “El partido comunista cayó en una especie de hibernación, se quedó dormido, la muerte de Gladys Marín significó quedarse de vagón de cola de lo que se llamó la Nueva Mayoría”, agrega.
¿Y las nuevas figuras de izquierda que han aparecido esta última década? “Todavía tienen que demostrar lo que son. Hasta el momento hay más discurso que hechos concretos. Me gusta mucho la figura de Jorge Sharp, creo que por ahí van las cosas. Y también gente del PC como Daniel Jadue. Sobre todo, pensar en líderes que están a nivel de base… hay mucho dirigente social, recolectores de cartón, con una lucidez política enorme”.
Al artista le preocupa el ascenso del narcotráfico en Chile. “Hablo del tráfico pesado: pasta base y cocaína, fundamentalmente. En mi barrio ayer le pusieron una molotov al auto de unos vecinos que los acusaban de ser sapos y estar llamando a Carabineros, cosa que es absolutamente falsa. Pero ellos habían peleado durante mucho tiempo para que en la ventana de su casa no se apostaran tipos a vender pasta base. Les intentaron incendiar el auto y ellos ahora están yéndose del barrio… con cuánta gente va a pasar eso”.
Mauricio Redolés reflexiona sobre la muerte: “Si uno piensa mucho en la muerte, se paraliza. La parálisis te lleva finalmente a la muerte. He estado dos veces a punto de morir: cuando tuve un ataque cerebrovascular hace 4 años, y cuando fui detenido y torturado por la armada de Chile y estuve detenido en la academia de guerra militar, en el cuartel Silva Palma y en el barco Lebu. En esos momentos pensé que me iba a morir, que me iban a matar. También pensé en tirarme de un cerro para morir, porque no podía soportar la tortura de mis compañeras y compañeros. He sobrevivido porque he dicho ‘esto no puede ser’. Con esto del coronavirus, donde ha muerto gente que conozco, no son solamente cifras”.