El ex ministro de Hacienda explica que “hay gente que requiere apoyos de otro tipo”, y que no se le puede dar un crédito a “cualquier empresa” que lo pida.
El plan “Política Fiscal y Apoyo a las Familias en la Pandemia”, firmado por economistas que convocó el Colegio Médico, de a poco comienza a ganar adeptos en personas ligadas con el Gobierno y el empresariado. Uno de los llamados a participar fue el ex ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, con quien conversamos hoy en Palabra Que Es Noticia.
“Hacemos varias propuestas de mejoramiento de lo que existe hoy. Tenemos el seguro de cesantía apoyando esta ley de protección al empleo y lo que se estructuró como el ingreso familiar de emergencia familiar. Pero los cambios más importantes que proponemos son: ampliar la cobertura (llegar a la clase media) y que los montos no bajen en el corto plazo (estaban pensados bajo la lógica que esto duraría menos)”, partió resumiendo Valdés.
Como la “famosa meseta” no se dio, dice el ex ministro, “hay que ajustar las políticas públicas”. “Estos días la prioridad tiene que ser hacer un diagnóstico nuevo y buscar medidas”, asegura.
Para Rodrigo Valdés “la palabra ‘acuerdo’ se enredó, pero hay que tener un plan de acción compartido. Lo que me importa más a mí es que las cosas sucedan, si hay que ponerles un nombre distinto da lo mismo”.
Y frente a la propuesta convocada por el Colmed ¿a quién hay que apurar? ¿Al presidente o parlamento? “Creo que hay un diálogo de buena fe sucediendo, que es muy importante, pero hay que hacerlo rápido”, responde el ex ministro. “No hay tiempo que perder, y lo que más se pueda avanzar es importante. Es bueno que se estén pagando los bonos del ingreso familiar de emergencia”, recalca.
Valdés cree que a los chilenos “nos falta ser parte de una comunidad más que sólo de una economía”. Y con esta pandemia, dice que “la gente se da cuenta que tener un Estado que funcione mejor es importante para construir comunidad”.
Respecto de las empresas, desarrolla: “Con las empresas pondría algunos principios. Número uno que los bancos tienen que ser la ‘cabeza de playa’, hay que usar el sistema bancario, no podemos pensar que no será a través de ellos las medidas principales. Segundo, no podemos obligarlos a hacer cosas que arriesguen que ellos sean viables. Hay que tomar medidas que no acogoten al sistema financiero. Pero ahí se planeó algo para un escenario más corto y menos profundo, por tanto hay que actualizar las medidas que se hicieron alrededor de los bancos. Y último: la realidad es que no podremos darle créditos a todo el mundo. Hay gente que requiere apoyos de otro tipo, no un crédito. No podemos pensar que cualquier empresa que pida un crédito se le dé un crédito”.