Encontrar un producto que disuelva las grasas es el sueño de miles de personas que aspiran a deshacerse de los kilos de más.
Eliminar los kilos de más es una meta que muchas personas se imponen, pero que pocas logran conseguir. Es que encontrar una dieta que ayude a bajar de peso de manera efectiva no es cosa fácil, y además hay que tener cuidado, porque pueden haber ciertos riesgos.
Una de las dietas que está ganando posiciones es la japonesa del agua templada, y la verdad es que suena bien, porque une el líquido por excelencia y Japón, que es el país con mejor reputación en este campo, según Future Brand Country Index, un panel que mide la percepción global de 75 países diferentes.
La propuesta es beber cuatro o cinco vasos de agua a temperatura ambiente todas las mañanas en ayunas y dejar pasar 45 minutos antes de ingerir cualquier alimento sólido. Los primeros días se beben uno o dos vasos de agua, para ir aumentando la cantidad progresivamente hasta llegar a cinco. El resto del día hay que beber la cantidad normal del agua según la sensación de sed que sienta cada persona.
En cuanto a la comida, hay que restringir la ingesta a solo 15 minutos seguidos y dejar pasar, al menos, dos horas antes de tomar algo más. Se puede comer lo que se quiera, eso sí, siempre que sean alimentos saludables, y los defensores aseguran que los beneficios se notan a las pocas semanas, unos efectos que llegan, dicen, a mejorar la salud intestinal, evitar el estreñimiento y reducir el riesgo de diabetes e hipertensión, publica Alimente.
Sin embargo, algunos expertos advierten que la dieta japonesa del agua templada puede llevar a una sobrehidratación (beber mucha agua en poco tiempo), lo que acarrea el riesgo de que caiga el nivel de sodio en la sangre, provocando hiponatremia, un trastorno que causa dolor de cabeza, vómitos, convulsiones y coma en casos muy graves. Aunque es raro que una persona sana, con un perfecto funcionamiento de los riñones, presente hiponatremia por beber excesivamente, la recomendación es no beber más de cuatro vasos a la hora, que es la cantidad de líquido que pueden filtrar los riñones sanos.
La verdad es que no hay suficiente información sobre la eficacia del agua por sí sola para adelgazar, aunque si se acompaña de restricción calórica, sí que es útil en programas de pérdida de peso. Un estudio norteamericano publicado en Obesity avala la eficacia de beber agua potable para adelgazar, un efecto que se debe a sustituir bebidas azucaradas por el vital elemento.
En definitiva, la solución al exceso de peso no pasa por beber agua, ni del grifo ni en ayunas ni con limón. El agua sí es muy buena y siempre en el contexto de una dieta saludable y actividad física como un estilo de vida mantenido durante años.