El pasado jueves, personal de Carabineros de la 44ª comisaría de Lo Prado descubrió un bar clandestino que operaba en una casa habitación, ubicada en la calle Gabriela Mistral. Además de la ilegalidad del negocio, funcionaba en el contexto de la cuarentena en la zona por el coronavirus.
Según consigna ADN, en el local fueron sorprendidos siete individuos, quienes consumían bebidas alcohólicas y no portaban los permisos correspondientes, siendo todos detenidos. Además, se incautaron licores de diversas marcas y cigarrillos de procedencia extranjera.
Mientras se realizaba la fiscalización, la dueña de la casa quiso entregarle a un efectivo de Carabineros la suma de 60 mil pesos para poner fin al procedimiento. Debido a la situación, se le sumó un delito más en su detención: el intento de soborno a un carabinero en servicio.
El oficial grabó toda la fiscalización, incluyendo el momento en que la mujer realizó el soborno. El caso quedó ahora en manos del Ministerio Público.