La propietaria de un departamento en la ciudad de Sevilla, en España, está pasando por una difícil situación, luego que unos okupas se tomaran el inmueble mientras ella estaba trabajando. Ahora ella y su hija pequeña están en la calle.
Paola Mancilla, de 24 años, ha sufrido dos «okupaciones» durante el estado de alarma en el país europeo producto de la pandemia. Primero ella arrendó una habitación a una pareja al inicio de la cuarentena tras quedarse sin trabajo, lo que no terminó bien.
Después de algunos violentos altercados con los nuevos inquilinos, decidió mudarse a otro piso, dejando todas sus pertenencias en su vivienda. Y además denunció a la pareja para que abandonasen su domicilio.
Los inquilinos prometieron abandonar el departamento una vez acabase el estado de alarma. Cuando se fueron, Mancilla quiso cambiar la cerradura pero al llegar a su hogar después de trabajar se encontró con otras personas viviendo en su casa, recoge 20 Minutos.
La mujer contó a los medios locales que los okupas le dijeron que habían empezado a vivir allí ese día y que tenían contrato de alquiler hasta diciembre. La joven ha vuelto a denunciar y el caso está ahora siendo investigado.