“No va a ser fácil y en algunos casos no va a ser cómodo, pero es necesario hacerlo”, dijo el nieto de la reina Isabel II.
El príncipe Harry y Meghan Markle sacudieron a la Corona británica luego de tomar la decisión de abandonar el Palacio de Buckingham y mudarse a Los Ángeles, Estados Unidos.
La pareja quiere cortar las amarras que el estricto protocolo de la realeza les impone y han intentado tener una vida común y corriente, dentro de lo posible.
Además, sabiendo la libertad que ahora tienen, han dado su opinión sobre algunas materias que antes les era imposible por el estricto rigor de la Familia Real.
Ahora participaron de una conversación en contra del racismo en apoyo del movimiento Black Lives Matter tras la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd.
Los duques de Sussex se contactaron por videollamada a una conferencia de la Fundación de la Reina para el Commonwealth (QCT), una asociación benéfica que ambos presiden, donde el nieto de la reina Isabel II pidió reconocer los errores del pasado colonial de la Corona británica.
“Cuando miramos al Commonwealth en su conjunto, no hay manera de que podamos avanzar a menos que reconozcamos nuestro pasado … y creo que tanta gente ha hecho un trabajo tan extraordinario, increíble, para aceptar el pasado y tratar de enmendar lo hecho”, dijo.
Harry reconoció que no es una tarea sencilla y que aún queda mucho por hacer. “No va a ser fácil y en algunos casos no va a ser cómodo, pero es necesario hacerlo porque, ¿saben qué? Todo el mundo sale ganando”, indicó.
“El racismo institucional y sistémico existe y se mantiene porque alguien, en algún lugar, se beneficia de él. No podemos negar o ignorar el hecho de que a todos nos han educado para ver el mundo de una manera diferente”, agregó.