Con una convocatoria abierta a su comunidad universitaria, el plantel continúa buscando voluntarios, que serán capacitados a través de un programa de la Escuela de Salud Pública, para apoyar en este proceso a los equipos de atención primaria en salud de diversas comunas de la Región Metropolitana.
Todo comenzó con un plan piloto realizado en conjunto con el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, donde estudiantes de enfermería realizaron seguimiento y trazabilidad de pacientes COVID positivos en la comuna de San José de Maipo. Ese primer acercamiento, evaluado como exitoso, permitió la expansión de este plan a otras comunas del sector sur de la capital, como La Pintana, San Ramón y La Granja, y actualmente más de mil de voluntarios y voluntarias iniciarán un proceso de capacitación con la Escuela de Salud Pública, el Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar, y el Departamento de Enfermería de la Facultad de Medicina, para hacer lo mismo en comunas del sector norte de la capital, todo gracias a la coordinación entre el Colegio Médico y la Universidad de Chile, con apoyo de su Federación de Estudiantes.
“El proyecto se basa en el interés de la Universidad de Chile para apoyar el seguimiento de los pacientes que hacen, generalmente, los centros de atención primaria. Se busca apoyar este proceso en las comunas, siguiendo los modelos de seguimiento cada centro de salud tiene con las y los estudiantes voluntarios”, explica la Dra. Cecilia Morales, una de las impulsoras de la iniciativa.
El objetivo principal es lograr que las personas se mantengan en cuarentena y controlar, a través de llamadas telefónicas, la eventual aparición de síntomas y su evolución hasta ser dados de alta, aportando también en el mapeo y georreferenciación de cada paciente positivo. “En cuarentena y tratándose de personas enfermas, a veces se dan situaciones que no tienen que ver con el COVID-19, pero si con otros aspectos que atiende la atención primaria, como la entrega de medicamentos, que también se pueden canalizar a través de estos contactos”, agrega la Dra. Morales.
Para realizar este seguimiento se consideran parámetros clínicos y epidemiológicos, adoptando los modelos que cada comuna ha implementado para llevar este proceso. De esta manera, las y los voluntarios se dividen en grupos que son liderados por un académico/a del área de la salud, que los ayuda a resolver las diversas situaciones que pueden surgir y que puede coordinar directamente cualquier acción o apoyo que se requiera de cada servicio de salud.
Debido al éxito del programa piloto, y sumándose al llamado del Colegio Médico de hacer más seguimiento y trazabilidad, la U. de Chile decidió abrir esta nueva convocatoria a otras carreras y áreas de la universidad.
“Vimos que había un gran interés en ayudar, no sólo de estudiantes de carreras de áreas de la salud, y estoy seguro de que será una experiencia relevante y enriquecedora, cumpliendo plenamente el rol público y de servicio al país que guía a la Universidad de Chile, y que además aportará enormemente a los profesionales de la atención primaria en salud, que hacen todo lo posible por atender de la mejor manera posible a sus pacientes. Es un pequeño aporte en capacidad para que, en un contexto como este, puedan atender tareas más urgentes”, detalla el Rector Ennio Vivaldi.
Para la presidenta de la Federación de Estudiantes de la U. de Chile (Fech), Emilia Schneider, es muy importante poner la organización estudiantil al servicio del país y la ciudadanía, relevando “el rol público y ejemplar que hemos tenido las universidades publicas a la hora de ponernos al servicio de la ciudadanía y de este tremendo desafío que tenemos como país”.
Mientras que la vicepresidenta de la Fech, Nicole Martínez, destaca el gran interés de la en esta convocatoria. “Hasta ahora contamos con más de mil inscritos e inscritas, lo que nos muestra que la comunidad universitaria, a pesar del distanciamiento físico, entiende que la organización es la respuesta y la salida de esta crisis”.
Otra iniciativa vinculada es la que lleva a cabo la carrera de Medicina de la U. de Chile que, a través del internado de atención primaria que deben realizar las y los estudiantes, ha enfocado sus esfuerzos en realizar seguimiento y trazabilidad en las 12 comunas de la Región Metropolitana donde tiene sus campos clínicos.