Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Alberto Montt, diseñador gráfico e ilustrador que ahora está con su nuevo libro “Ansiedad” de Editorial Planeta, sobre la pandemia y sus efectos en nosotros.
Según Montt, “la naturaleza humana es bastante monstruosa, y la lucha en general es contra eso: siempre que haya algún poder en disputa siempre se va a dar una sociedad super competitiva y exitista”. Entonces, consultado por el plebiscito o una nueva constitución, responde: “Tengo mis fichas puestas en eso, pero no mis esperanzas. Es un camino que hay que recorrer, pero de ahí a que logremos bypassear la naturaleza humana me pongo más escéptico”.
Cree que en el humor no hay límites: “Si se intenta hacer una lista de los temas que no se deben tocar (en el humor), para mi esa lista es inexistente. No hay nada que no se pueda tocar. Ahora, nos podemos sentar a discutir cuáles son las mejores formas de tocarlo y cuál es la mejor forma de construir una historia alrededor de eso, pero no existen límites”.
En esta línea, sobre el humor político, cree que “Topaze es una piedra angular del humor en Chile, y otros ejemplos existen en el mundo: Charlie Hebdó, la revista Mongolia en España o Página 12 en Argentina. Es humor necesario. Pero desde lo que yo consumo y hago, no me hace ningún sentido. Sin ir más lejos, yo admiro profundamente -por ejemplo- a Malaimagen, que hace ese tipo de humor, pero yo no podría hacer eso y quizá el no podría hacer lo que yo hago ni le interesaría. Tiene que ver con dónde te plantas frente a los temas que quieres tratar cuando hablas de lo que necesitas hablar”.
Para el ilustrador, “Piñera es parte de un grupete más largo: Piñera, Bolsonaro, Trump… todos cortaditos por la misma tijera. No comulgo en absoluto con su forma de ver el mundo ni sus displicentes comentarios, salidas ridículas o repeticiones. No es para nada mi presidente. Siento que la política en Chile está en un estado de salud terrible, y personalmente no veo muchas alternativas. Me deprime un poco el panorama”.
“Piñera es una caricatura, y más caricatura somos nosotros que lo elegimos por segunda vez. Entonces ahí entro en conflicto: ¿Quién es el idiota? ¿El presidente o quien lo elige? Y lamentablemente nosotros como pueblo todavía estamos muy inmaduros a nivel político, tenemos harto camino que recorrer”, agrega Montt.
